“Creo que vivir el presente es la clave de todo” se escucha del otro lado del teléfono, mensaje que se le podría adjudicar a algún líder espiritual o experto en desarrollo personal. Sin embargo, la frase pertenece a Mark Bowen, guitarrista de la banda inglesa Idles que se caracteriza por su indescifrable e incatalogable música y sus shows eléctricos, intensos y devastadores. Su calma al hablar contrasta con esa vorágine en directo, y dicha templanza merece doble reconocimiento ya que son días movidos para los muchachos de Bristol: hoy lanzaron Ultra Mono, disco que mantiene la línea de Joy as an Act of Resistance (2017), el cual fue recibido con numerosos elogios por parte de la prensa y el público. A la espera de que nos visiten en el tan ansiado Lollapalooza de nuestro país, hablamos con Bowen sobre todo lo que se viene.

 

"LO QUE MENOS PENSABA ERA QUE ME IBA A UNIR A UNA BANDA DE ROCK"

 

¿Qué tenés para decir del nuevo álbum? ¿Lo sentís diferente a los demás?

Mark Bowen: Cuando entramos al estudio sentimos que teníamos un montón de cosas para implementar. No sé si puedo afirmar que Ultra Mono es distinto ya que la esencia se mantiene, pero lo que te puedo asegurar es que las guitarras y la batería están trabajadas de mejor manera. Además, nos tomamos mucho tiempo para escribir las canciones y estamos muy emocionados por el resultado. Ya me van a entender cuando lo escuchen.

 

¿Les molesta que todo el tiempo les pregunten qué género tocan?

MB: Al principio nos fastidiaba pero ahora ya no nos afecta. Entendemos que hay una necesidad de describir con palabras lo que se escucha, pero algunos de tus colegas son demasiado insistentes [risas]. Nosotros hacemos música y punto.

Por sonido y forma de ser, se parecen mucho a una banda local, Los Rusos HDP. Te recomiendo escucharlos…

MB: Oh, me sorprendiste. No los conozco, pero te prometo que los revisaré. Si te hizo acordar a nosotros algo bueno deben estar haciendo [risas].

Vos llegaste a Bristol desde Belfast. ¿Cómo te incorporaste a Idles?

MB: Es bastante particular la anécdota. Desembarqué en Inglaterra para estudiar y lo que menos pensaba era que me iba a unir a una banda de rock. Conocí a nuestro vocalista Joe Talbot cuando me interioricé en la movida de DJ’s del país, y aunque proveníamos de palos diferentes, ya que a mí me gusta mucho la electrónica y a él el hip-hop, la conexión entre ambos fue instantánea. Luego de mi arribo al grupo, otro miembro se fue y quedé consolidado como guitarrista principal.

MB: Los recitales, definitivamente. Nos llenan de energía y es algo simplemente inexplicable porque, más allá de que se planifican, gran parte de lo que sucede allí arriba puede ser una ruleta. Entrar al estudio está bárbaro, conocer a tantos colegas a lo largo de estos años también, pero los shows son lo mejor.

 

"ESPERAMOS QUE TODO SE NORMALICE PORQUE QUEREMOS BAJAR A SUDAMÉRICA”

 

¿Cuál fue el momento más trascendental para ustedes?

MB: Sin dudas el Lollapalooza de Chicago en 2019. Recuerdo todo de ese día: había una atmósfera impresionante y allí hicimos un clic que nos permitió entender todo lo maravilloso que debemos apreciar de nuestro trabajo. También fue muy especial el lanzamiento del LP Joy as an Act of Resistance, porque nos consolidó como grupo humano. Creo que la alegría nos define como personas.

¡Acá hay varios que esperan por verlos en vivo, eh!

MB: ¡Ni me lo digas! El de Argentina iba a ser uno de los primeros shows del año pero la cosa se frenó por culpa del coronavirus. Esperemos que todo se normalice porque queremos bajar a Sudamérica; nos encanta saber que allí la gente vive a flor de piel los recitales.

Si te gusta hacer slam y mosh, ya sos bienvenido.

MB: ¡Dios mío! Ya con eso me entusiasmaste. Nos encanta tocar para públicos desquiciados porque sentimos que eso es lo que somos, una masa de energía incontrolable.