DAVE GROHL: EL CHICO BUENO DEL ROCK

Una reciente aparición de los Foo Fighters en la ya famosa serie Carpool Karaoke del programa de televisión del inglés James Corden, además de regalarnos unos buenos momentos, buena música y las risas infaltables que vienen de la mano de Corden, dejaron para reflexionar sobre un punto en especial: lo bueno de Grohl.

Mucho se escribió sobre Dave Grohl, o casi todo. Y hay razones de sobra: el músico fue baterista de la mítica Nirvana, formó Foo Fighters donde es vocalista, guitarrista y compositor, participa como baterista eventual en Queens of The Stone Age y, como frutilla del postre, es constantemente referido como “the nicest dude in rock”. Puertas adentro nunca se sabrá si Dave realmente es un buen tipo o tiene un Axl Rose escondido, pero, en su imagen pública, Dave es un tipo bueno.

Su carrera musical es algo que ya se ha repasado hasta el cansancio. Hoy en día es mucho lo que se habla sobre Foo Fighters, y eso ocasiona que las generaciones más jóvenes coreen “Best of You” a todo pulmón antes de saber que Dave fue parte de otra famosa banda, a lo que probablemente respondan con un “¡¿él fue el baterista de Nirvana?!”. Esto es más que un logro en la larga carrera del músico, ya que, en sus comienzos, como aclaró en el documental Foo Fighters: Back and Forth, le costó que la gente fuese a los shows, que conocieran una canción de los Foo y no pidieran una canción de la banda que vio nacer al grunge.

Pero más allá de su desarrollo musical, Dave Grohl se caracteriza por la construcción de su persona como el chico bueno del rock. Si bien hay casos puntuales en los que no hablaron bien de él, como es el caso de Courtney Love, esposa de Kurt Cobain y con quién Grohl mantiene una relación no muy amistosa, por decirlo delicadamente; o William Goldsmith, ex baterista, quien acusó al frontman de ser un “bully” por regrabar todas las baterías sin avisarle (lo que podría simplemente deberse a que las baterías de Goldsmith sonaban mal), Dave tiene una aceptación general no solo del público fanático, sino del público en general.

Ante la imagen tan enfatizada y aclamada de la estrella de rock falopera, fiestera y con comportamientos de “diva”, encarnada en los viejos tiempos de Keith Richards por ejemplo, Dave ofrece una visión alternativa: nunca consumió cocaína ni heroína, habla abiertamente de “ser buenos sabiendo cuando parar”, acompañó a su amigo y baterista de FF Taylor Hawkins cuando sufrió una sobredosis, evita peleas en sus conciertos y más. Y como si fuera poco, ganó un Grammy con un álbum grabado en el garaje de su casa.

Quizá ayude su aspecto: con el pelo largo y un desalineo casi simpático y una sonrisa compradora, Grohl da imagen de “buena onda”. También, el hecho de que muchas veces ha dicho públicamente que no le importa quién seas, él va a saludar: desde Paul McCartney hasta Britney Spears, todos. O el hecho de que puede tocar antes de grupos como Pantera esté todo bien y que la banda hasta se sepa los temas.

Grohl tiene fama de ser bueno con sus fans (hay anécdotas de sobra que enfatizan este punto), ayuda en causas benéficas, reemplazó a varios aristas ante situaciones de urgencias…Todo lo señala como el tío bueno de los millennials. Además de ser talentoso como músico, es talentoso como persona. Y lo que lo hace completamente real, es que su personalidad no está limitada por ser “el bueno”: se peleó, se emborrachó, dice “fuck” cada dos palabras, echó a un amigo de la banda, pero eso lo hace más real y más creíble en su papel de tipo honesto.

Más allá de todo, hay casos de músicos que se han intentado construir como filántropos y buenas personas, es el caso de Bono y su activismo medioambiental, pero el público en general nunca ha ayudado a la buena fama ya que nunca se habla del todo bien de Bono; pero Dave Grohl lo logra.

Porque la próxima vez que veas a un amigo estar al borde de mandarse cualquiera, la mejor forma de pararlo es preguntarle qué tipo de persona espera Dave Grohl que seas.