TAN BIONICA: YO TE ESPERO TODAVÍA

La vuelta de Tan Bionica hizo evidente lo obvio: el olvido es una fantasía

Cuando Tan Bionica aparecía en el escenario del Lollapalooza 2023 y anunciaba la vuelta con la Última Noche Mágica, no sé si alguien logró imaginarse lo que el anuncio generaría. No solamente el público cantó eufórico ‘La Melodía de Dios’, sino que, una emoción que podría haberse debido a la euforia propia de anunciar algo en uno de los festivales más grandes del país, se materializó en dos Vélez Sarsfield agotados y una seguidilla de shows que terminará en un Estadio River Plate.

La banda de “hermanos”, como ellos la denominan, liderada por Chano y Bambi, volvió a los escenarios en el Amalfitani en un fin de semana repleto de emociones. No solo lloró Chano, sino su público, cantando a todo pulmón ‘Pétalos’, o gritando con toda emoción que “simplemente pasa que, tengo ganas de verte”.

La primera noche mágica tuvo lágrimas de un Chano visiblemente conmocionado (para bien) dejando unas palabras que bien podrían ser parte de la letra de sus canciones: “no hay nada escrito para nosotros, sino que somos lo que escribimos. Para homenajear la hermandad, la banda invitada fue Airbag, quien se subió para interpretar ‘Arruinarse’.

En la segunda noche, con menos lágrimas pero igual o más emotividad, fue Miranda la banda invitada para interpretar ‘Ella’ en el escenario, en medio de fuegos artificiales, humo, papelitos y un público saltando con toda la energía de la música. Pero no terminó ahí: Nicki Nicole hizo su aparición para interpretar un tema inédito escrito por los hermanos Charpentier a los 12 y 15 años: ‘Boquitas Pintadas’.

No hay nada escrito para nosotros, sino que somos lo que escribimos”.

Ambos shows incluyeron, además, temas de Chano en solitario como ‘Claramente’, un DJ set de Diega, el momento de Bambi interpretando solo en el escenario ‘Pastillitas Del Olvido’, fuegos artificiales, un momento de improvisación haciendo que el público eligiese que canción tocar, lágrimas y luces de celulares para acompañar una noche que emocionó hasta al más serio. La calidez de la banda sigue intacta, como si nunca se hubiese perdido durante los siete años que duró su pausa. Entre ellos se abrazaron, se pidieron disculpas y agradecieron al público un sin fin de veces.

Y si hay algo que vale la pena destacar, es la diversidad del público que no dejó de cantar toda la noche. Años atrás, Tan Bionica era calificada de «banda de chetos», «banda de trolos», «banda de minita»; pero los siete años que han pasado no solo han pulido a la sociedad, sino que le han quitado el estigma a ciertos artistas, dando una liberadora posibilidad de disfrutar los temas sin necesidad de tener que cargar ninguna etiqueta (podríamos destacar a Luis Miguel como caso similar).

Y mientras el chico con la remera de Iron Maiden gritaba “me duelen las cosas que pasan”, la mamá sostenía a su hijo pequeño en los hombros para que pueda ver el escenario, las chicas saltaban gritando “Chano, te amo”, queda demostrado que la música es lo que sentimos y que nadie puede decirte por qué deberías o por qué no deberías escuchar una banda.

Escuchá lo que quieras, y si es Tan Bionica, disfrutalo al máximo.

 

 

 

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