Con su primer disco, Young Chasers (2015), fueron considerados abanderados del nuevo indie. En Different Creatures (2017) se apoyaron en un rock más puro y distorsionado, renovando y ganando adeptos. El synth pop de What´s It Like Over There? (2019) les vino como anillo al dedo para profundizar texturas sónicas que aún no habían explorado. Circa Waves es una banda tan joven como prolífica, y se encuentra por lanzar Sad Happy (2020), su cuarta producción de estudio, el 13 de marzo. SPE tuvo la oportunidad de conversar con Kieran Shudall, el talentoso líder del grupo; sobre influencias, colapsos mentales y el paso del tiempo.

Sad Happy cuenta con el optimismo veraniego de Young Chasers, los riffs guitarreros de Different Creatures y la instrumentación pop de What’s It Like Over There? ¿Creen que es el LP en el que encuentran la armonía de todos los sonidos que atravesaron?

Kieran Shudall: ¡Muy bien notado! Sí, realmente siento que es el LP en el cual Circa Waves encuentra su sonido. Crecimos como conjunto con el foco de hacer discos, y siento que esa evolución tuvo que darse públicamente. Creo que, finalmente, estamos descubriendo cómo deberíamos sonar.

Es su cuarta producción discográfica en solo cinco años. ¿Cómo logran un ritmo de composición tan prolífico?

KS: Estoy bastante obsesionado con escribir y grabar música. Tengo un pequeño estudio en mi casa y, entre comidas y descansos, grabo. Es donde me siento más feliz, entonces, a través de muchas horas dedicadas a hacerlo, termino con muchas canciones.

Suenan como si tuvieran influencias tanto por artistas clásicos como actuales: Bowie, Arctic Monkeys, Ramones y Foals. ¿Es buscada esa mezcla de sonidos y de épocas?  

KS: Me gusta tomar influencia de todas partes. Más recientemente, han sido sonidos más electrónicos, como Gorillaz y Bleachers.

Sad Happy lo produjiste vos, a diferencia de Different Creatures y What´s it like over there?, donde colaboraron con Alan Moulder. ¿Notan diferencias entre producirse a ustedes mismos a trabajar con alguien externo?

KS: Es mucho más trabajo y presión. Yo casi tuve un colapso nervioso tratando de mezclar el álbum. Me tomé cada instante de cada canción personalmente, porque quería que fuera perfecto. Estoy seguro que molesté muchísimo a los ingenieros y técnicos de grabación con todas las idas y venidas.

Temas como ‘The Things we Knew Last Night’, ‘Love you More’ y ‘Sympathy’ presentan una instrumentación distinta a las que suelen usar, ya que incluyen violines y guitarras acústicas. ¿A qué se debe esa búsqueda sonora?

KS: Me gusta tener algo de descanso sónico entre tema y tema. Amo la guitarra acústica, está apareciendo cada vez más en nuestros álbums… Tal vez con mi vejez me esté ablandando.

En algún momento fueron catalogados como estandartes del rock con guitarras. ¿Qué banda, que no sean The Strokes ni Arctic Monkeys, consideran como abanderada del rock guitarrero de los 2000?

KS: Me vi muy influenciado por The Maccabees. Sus composiciones tan auténticas y tan poderosas me inspiraron muchísimo.