EMILIA MERNES Y EL VALOR DE LA NOSTALGIA

Sampleos dosmileros y un público entero vestido de rosa

Fotos: Belén de Corazones

Cuando Emilia Mernes anunció sus diez Movistar Arena nadie pareció sorprenderse. El antecedente de las fechas de Nicki Nicole el año pasado estaba muy presente, pero había algo más. Sin dudas mucho tiempo ha pasado desde que Emilia lanzó su carrera solista, y el momento que vive actualmente. A nivel mundial ocupa el puesto 431 del ranking de Spotify, y en Argentina se posiciona como una de las voces femeninas más importantes. En esta seguidilla de fechas en el Movistar, demostró un hecho que ya vislumbramos con el lanzamiento de .mp3 (2023): los números acompañan una propuesta muy original. 

Emilia logró hacer de su imagen una marca sumamente reconocible

El show, como no podía ser de otra manera, comenzó con ‘Exclusive.mp3’. Haciendo honor a toda la vibra de inicios de siglo, se incluyó un sample de ‘Fergalicious’,  de Fergie ft. will.i.am, operación que se repetiría a lo largo de toda la noche con otras combinaciones de canciones. 

El éxito de Emilia no radica en una fórmula que solo funciona en redes, sino que va mucho más allá. Logró hacer de su imagen una marca sumamente reconocible. No encontró un hueco en el mercado, no percibió que nadie tenía esa estética y ese sonido que la caracteriza y decidió ir por ello. Más bien fue la operación contraria: al conectarse con el sonido que verdaderamente la movilizaba, las canciones que hicieron que ella deseara dedicarse a la música, logró combinar de forma exitosa la estética dosmilera con un sonido pop mezclado con reggaeton muy particular. 

La puesta fue excelente y la inclusión de músicos en vivo fue otra gran decisión. El recurso de hacer parte del show en el escenario principal y algunas canciones, por lo general baladas, desde la otra punta del venue, suele usarse con mucha frecuencia en el Movistar. Sin embargo, Emilia decidió innovar también en ese aspecto: para ir de una punta a la otra utilizó una plataforma que sobrevolaba el público, y no cantó las baladas desde allí. ‘La Chain’ fue una de las elegidas, en una performance que incluyó a los bailarines en el segundo escenario, mucho más pequeño. Me arriesgo a suponer que la filosofía detrás de esta decisión va en línea con una forma de crear un show similar a la que tuvo Taylor Swift en The Eras Tour: permitir que cualquier persona, independientemente del lugar que logró conseguir en el venue, pueda ver todo a la perfección. 

Tini Stoessel se subió al escenario para acompañarla en uno de los encores: ‘La_original.mp3’, provocando la euforia del público. Una audiencia que, como era de esperarse, llegó vestida de rosa, con brillitos en los ojos y dispuesta a bailar toda la noche y pasarla muy bien. Un video difundido por el Movistar Arena ilustra a la perfección la sensación que se vivía desde el público: dos adolescentes, que no deben superar los quince años, cuentan que en el colegio estaban manifestando que la invitada de esa noche sea Tini. Las grabaron antes de entrar, contando su teoría, y también capturaron su felicidad al darse cuenta durante el show que tenían razón. La simbiosis que se provoca en momentos como este entre artista y público tiene algo de mágico. Emilia agradeció varias veces a todos los presentes, afirmando que la situación estaba difícil pero que se alegraba de que pudieran acompañarla. Celebró a sus músicos, a su equipo y a sus bailarines en varias ocasiones, y no dejó de mandar saludos a su pareja, su familia y sus amigos. Sin lugar a dudas, esta seguidilla de conciertos es solo el comienzo de un gran año para Emilia Mernes.

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