CHECHI DE MARCOS: LA STORYTELLER MUSICAL

Una charla sobre la vulnerabilidad y el proceso de su nuevo disco

La artista entrerriana Chechi de Marcos nos cede la llave de su corazón con el lanzamiento de su álbum Cecilia (2022), donde no solo habla de sus sentimientos sino que cuenta historias literarias. En esta charla con MAPSOUND, exploramos los procesos de un trabajo de estudio, las dificultades en la industria musical y reflexionamos acerca del amor.

¿Cómo describirías el universo que plasmás en Cecilia?

Chechi de Marcos: Es un universo nostálgico, transparente, crudo, fantasioso…

¿Y por qué esa elección?

CM: Me gusta proponer algo distinto que estimule la imaginación de las personas a través de la generación de imágenes. Leo muchos cuentos y novelas, entonces quise que el disco cuente una historia. Por ejemplo, la canción ‘Roberto’ está inspirada en Robert Smith, el cantante de The Cure, y este personaje del que yo estoy enamorada se termina convirtiendo en un gato. 

Creo que el lugar doloroso que es dejar a alguien está poco explorado, tanto en la literatura como en la música. Noté esa idea en ‘No Me Quieras Tanto’, ¿es así?

CM: Sí, y lo trato también en ‘Las Cosas Simples’. ¿Viste la típica frase “prefiero que me corten a cortar yo”? En ese momento yo estaba de acuerdo con eso. Además, creo que tiene que ver con la dificultad de permitirse ser amado; es esta cosa de “no me quieras tanto porque, si después yo sí te quiero y vos lo dejás de hacer, me vas a matar”.

“El género de cantautora es escaso en la industria”

Como un mecanismo de defensa…

CM: Claro, porque a veces siento que no me merezco algunas cosas, desde el laburo hasta el amor. Obvio que después voy por la vida afirmándome que sí, pero a veces aparece esa voz que me dice “no sé si te lo merecés tanto; quizás alguien más que vos, sí”. A la vez, mis canciones son 100% catárticas y estoy siempre depurando algo, entonces pienso que si escribí eso tiene algún significado. 

¿Qué creés que podés aportar a la escena del pop argentino?

CM: Siento que hay mucho espacio para nuevas artistas mujeres. El otro día pensé que no conozco demasiadas músicas que estén pegadas y hagan pop. El género de cantautora es escaso en la industria. Yo soy súper transparente con lo que digo y con lo que siento, quizás mi lugar sea el de aportar desde la crudeza. 

¿Cómo pensás que evolucionaste desde tu primer proyecto musical hasta hoy?

CM: Al vivir distintas cosas uno va cambiando. No es que lo que hice antes sea mejor o peor, sino que no puedo medirlo con los parámetros de hoy. A medida que pasan los años voy adquiriendo más seguridad y personalidad, entonces dudo cada vez menos del lugar en el que estoy. 

¿Y algo que hayas aprendido estos años en la industria de la música?

CM: Últimamente estoy pensando mucho en eso. No le había dado mucha vuelta antes, soy medio naive y le prestaba poca atención a cosas que hoy entiendo que son importantes. Por momentos me da mucho pánico; no lo siento un lugar seguro, pero a la vez voy madurando, y entiendo que no deja de ser un trabajo en el que te chocás con cosas que no te gustan. Siempre estoy dispuesta a ser más valiente. Lo importante es tener en claro que el objetivo es siempre la música.

Para cerrar con esta charla, ¿querés contar el proceso del álbum?

CM: Lo empecé hace, más o menos, un año y ocho meses. Le dije a mi productor que no me interesaba si nadie lo escuchaba, yo necesitaba hacer algo con el material que tenía. Pensaba que, como hay tanta música, nadie me iba a escuchar a mí. Llegué al estudio y le dije: “yo quiero hacer un disco que me dé orgullo, que hable de mí y que sea real”: todas las decisiones artísticas que tomamos fueron en base a esta idea. No quería dejarme influenciar por lo que salía en el momento. Siempre busqué una personalidad en el proceso, a partir de qué es lo que quiero decir y dejar en el mundo, que es único porque todos lo somos.

¿Qué rol juega el tiempo en este proceso?

CM: El tiempo siempre es clave para poder desarrollar tu voz y sumergirte de lleno en el proyecto, porque cuando hacés un single todo pasa muy rápido. Es como en el Tetris: las piezas no caen todas de una, sino que tenés que ir despejando la zona de a poquito a través de los huecos.

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