Macarena Merlo, Margarita Ruben, Estefanía Rey Quintana y Martina Boixader son Piba, una banda que desde hace varios años viene pisando fuerte en venues locales. Acaban de lanzar Pánico y Distorsión (2023), un disco profundamente rockero. De cara al show de presentación en el Salón Pueyrredón, Maca y Magu se sentaron con MapSound a charlar sobre sus comienzos, la escena actual y la importancia de tener referentes femeninas.
Tal como sucede con muchos jóvenes criados en los 90’, el pop estuvo sumamente presente en la infancia de ambas. “Sacando Bandana, mis primeros CDs fueron de Britney Spears y P!nk. Mi sueño en la primaria era ser Britney Spears”, confiesa Maca. “Siempre me gustó la guitarra, pero me interesó más cuando empecé a escuchar rock. Recién a los veinte comencé a tomar clases. Estaba muy manija en ese momento. Al año me compré una placa de sonido, lo mínimo indispensable que necesitaba para grabar, y empecé a hacer temas. El primer EP de Piba son esas canciones”, continúa. “Mi historia es medio parecida. Yo también entré por el pop, después fui virando más hacia el rock. Empecé a tocar la viola desde muy chica, pero recién en Piba decidí que quería ser guitarrista”, agrega Magu.
“Cuando arranqué Piba no tenía la intención de que sean todas mujeres: sucedió y fue hermoso”
Si hay algo que caracteriza esos primeros contactos de las chicas de Piba con la música son las ganas de mandarse, de intentarlo, sin pensar en el qué dirán. Maca asegura que cuando comenzó solo quería tocar, sin demasiadas exigencias. Magu, que en ese momento no formaba parte de la banda, suma que siente super genuina esa actitud. Es, al fin y al cabo, un comportamiento muy rockero: animarse a transmitir a través de la música una serie de sentimientos y sensaciones que pesan, y que no pueden canalizarse de ninguna otra manera. La formación académica, en este punto, no se revela del todo necesaria: parecería ser más importante tener algo qué decir.
“Obvio que cuando te vas profesionalizando es diferente. Eso era lo necesario en ese momento. Cuando yo arranqué Piba no estaba pensando en cómo iba a terminar. Tenía ganas de tocar y ya. Tampoco tenía la intención de que sean todas mujeres: sucedió, y fue hermoso”, afirma Maca. “Debutamos en diciembre de 2017, en La Confitería, y empezaron a surgir fechas. A los tres shows nos escribe Barbi Recanati. Nos invitó a su estudio a grabar y nos contó sobre su proyecto, que terminó siendo Goza Records. Fuimos la primera banda que grabó con ella. Aprendimos un montón de esa experiencia, fue un empujón muy grande”, concluye.
Cinco años pasaron entre Nunca Fui Tu Friend (2018), aquel disco que grabaron junto a Barbi, y Pánico y Distorsión. ‘Intrascendente’, la primera canción del setlist, es una declaración de intenciones perfecta. “Lo que dijiste no se puede borrar. Esas palabras no tendrán un final”, canta Maca en la última estrofa. En un diálogo con un otro, o con ella misma, la narradora sienta las bases de lo que será un constante regreso a ciertos lugares recurrentes a través de diversos recursos, siendo uno de ellos el diálogo constante con una otredad (exterior o interior).
Otro de los temas que atraviesa de punta a punta este disco es la urbanidad y la ansiedad que conlleva vivir en constante movimiento. “No sé de qué te preocupas ahora, si nunca fuiste tan ansiosa”, en ‘Dominó’ o “triste desolación en extrema magnitud” en ‘2020’.
En relación a estas búsquedas, Magu afirma que nota cierta presencia de una terceridad también desde la melodía. Percibe la existencia de dos mundos, en los que la ansiedad también está sumamente presente. “En el video de Dominó quisimos representar esa cosa más ansiosa. Siento que se nota en la composición la pandemia en el medio, y todo lo que eso conlleva. Me encanta como esa sinergia se dió en el disco”, asegura.
Maca, quien es la encargada de la composición de los temas, afirma que no siente que las letras estén atravesadas por una temática en particular, y que quizás eso se da de forma más inconsciente. Magu suma que ciertos temas se repiten porque no deja de ser la experiencia personal de una persona en concreto, algo que pasa con casi todos los artistas: “Ninguna experiencia es aislada, todo va conectándose desde algún lado”.
“Craneamos la fecha del Salón Pueyrredón de forma mucho más conceptual”
Piba forma parte de una escena que comenzó a gestarse hace varios años y que hoy se encuentra en su apogeo. “Del lado de la perspectiva de género es bastante genuino lo que se da. No importa quien seas, hay espacio para todes. Ni siquiera hay necesidad de nombrarlo, se da orgánicamente”, afirma Magu. “Se ven más mujeres tocando gracias a toda una movida previa. Es una responsabilidad como mujer música tomarmelo en serio. No quiero que digan que llegamos a tocar en algún lugar por la ley de cupo”, agrega Maca.
“Hay un montón de mujeres que nos allanaron el camino, que se animaron a tocar rock y son excelentes músicas. Nosotras ahora podemos ser fuente de inspiración para una piba de 14 años que quiere tocar. Eso es hermoso. No es lo mismo que te inspire un chabón a que te inspire una mina. Quizás ahora es más general y genuino, pero cuando yo era chica necesitaba ver mujeres tocando. Si no, sentía que estaba haciendo algo que no era de mi mundo, que me correspondía hacer otra cosa. Ver a alguien como Marilina y decir: ‘si ella pudo, yo también puedo’, es re importante. Parece que no, pero es re importante. Hay otro tipo de significación, cercanía y confianza”, concluye Magu.
Piba se presentará en el Salón Pueyrredón el 13 de mayo. “En base a todo lo que el disco representa, y la nueva escena en la que estamos metidas, craneamos la fecha mucho más conceptualmente. Hace tiempo que venimos pensando los shows de esta forma. No nos dan lo mismo”, afirma Magu. “Elegimos el Salón Pueyrredón por eso: representa la vibra del disco y de la banda. La idea es que entres y sientas que estás en el CBGB. Va a ser una fecha muy especial, quizás la más especial del año”, concluye Maca.
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