TROYE SIVAN, YEARS & YEARS Y SAM SMITH: LA BANDERA DEL ORGULLO EN EL LOLLA

Tres propuestas diferentes que amplían el panorama de la escena musical y demuestran que hay más que el ídolo tradicional.

Ya es un cliché gastado el ícono del rock que enloquece mujeres y lleva su encanto a todos los escenarios haciendo gritar a multitudes en deseo mientras impone su fuerza y su imagen sexualizada: desde el mítico Elvis Presley, pasando por Luis Miguel y hasta los hoy en día referentes del reggaetón como Maluma quedaron desactualizados.

Sobre todo cuando, entre un sinnúmero de cantantes que poco dejan lugar a la identificación y la apertura de la escena, aparecen nuevas figuras que amplían los horizontes y empiezan a demostrar que hay más.

ENTRE UN SINNÚMERO DE CANTANTES QUE POCO DEJAN LUGAR A LA IDENTIFICACIÓN Y LA APERTURA DE LA ESCENA, APARECEN NUEVAS FIGURAS QUE AMPLÍAN LOS HORIZONTES.

 

Sam Smith, Years & Years y Troye Sivan son un ejemplo de estos nuevos role models, aunque poco compartan a nivel musical más que un perfil pop. El primero, dueño de un sonido meloso y romántico, originario de Inglaterra, es autor de temas como ‘Stay With Me’, que hacen bailar a las parejas y emocionar a los más duros. Troye Sivan, estrella de YouTube devenida en cantante, con un tono de voz tan encantador como potente y una cara angelical que conquista hombres y mujeres, es autor de una trilogía compuesta por ‘Wild’, ‘Fools’ y ‘Blue Neighbourhood’ que despliegan en video una historia que toca el tema de la homofobia. Y, por último, Olly Alexander, frontman de Years & Years, con sus trajes extravagantes y sin género establecido, movimientos envidiables en el escenario y canciones como ‘Desire’ que mueven a todo el que escuche.

Sam Smith fue uno de los grandes nombres del sábado: justo antes de los Arctic Monkeys, sonando en el Main 2 frente a una enorme multitud que se tomó una hora y media para disfrutar su show. De voz impactante y con un acompañamiento de músicos que no dieron espacio a crítica —destacándose un bajo de gran sonido—, el pop meloso tuvo su clímax en temas como ‘Dancing With A Stranger’ y ‘Too Good At Goodbyes’, dando un concierto de enorme calidad sonora. El mismo cantante no podía creer la audiencia que tenía frente a sus ojos y disfrutó cada minuto como disfrutaron quienes lo escucharon.

Smith es abiertamente gay y religioso, y aunque su orientación sexual nada tiene que ver con su música, sí es una historia de vida de conquista y aceptación que se refleja en un repertorio de canciones emotivas que sirven a muchos jóvenes de inspiración. “No puedo creer cuanta gente hay hoy”, aseguraba entre sorprendido y extasiado. “Siempre quise venir a la Argentina”, dijo después y, al menos por ese momento, todo el mundo le creyó.

En el mismo escenario, el mismo día, aunque a la tarde y con el sol arriba, Troye Sivan salía en traje y polera, impoluto como siempre, tras haber dado dos días antes un show sold-out en Niceto Club. Joven pero no por eso menos talentoso, el setlist recorrió momentos de Blue Neighborhood (2015) y sus más recientes éxitos como ‘My, My, My!’. La sorpresa del cantante fue evidente durante todo el show, su sonrisa genuina conquistó a una multitud a la que logró acallar cuando pidió silencio para contar sobre su juventud: “Soy gay, por si no lo habían notado… Cuando era chico me daba mucho miedo”. Tras el emotivo momento, ‘Heaven’ sonó a todo volumen con la bandera del orgullo brillando en las pantallas.

Con un cambio de vestuario que lo dejó en pantalón de cuero y musculosa blanca, Troye perdió las palabras para agradecer, mas el público no las perdió jamás para aclamarlo. Su talento musical es evidente, y su pop bailable y su habilidad para entretener a la audiencia admirables para un joven de 23 años que dio sus primeros pasos en YouTube. Sivan, delicado en sus formas y casi angelical al cantar, demostró ser pasión de multitudes, pero, lo más importante, demostró que no hace falta ser heterosexual, malo y fuerte para triunfar.

DEMOSTRARON QUE HAY UN SIN FIN DE MODELOS CON LOS CUALES IDENTIFICARSE Y QUE NO HAY NADA MÁS IMPORTANTE QUE SER FIEL A UNO MISMO.

 

Un día antes y en el Alternative, al mismo tiempo que Twenty One Pilots sonaba en el Main 1, Years & Years se presentaba por segunda vez en Argentina tras su sideshow en Niceto Club. Desde Inglaterra, la banda completa estuvo en el escenario ante una multitud que no fue chica pese a la oferta que había en otros stages (el DJ alternativo ZHU se llevaba su cuota de gente en el Perry’s en el mismo horario). Las visuales anunciaron la bienvenida a la tierra de ‘Palo Santo’ al comienzo, haciendo alusión a su último disco editado en el 2018. Olly Alexander apareció en el escenario ataviado en un outfit propio de él: con el torso al aire, pantalones de colores y un aire no-binario que se enorgullece en portar. Hizo bailar a su audiencia de la mano de temas como ‘King’ —quizá el más famoso—, con un baile provocador que desafía, seduce y, lo más importante, invita al desprejuicio y la liberación individual.

Con tres propuestas diferentes, estos artistas demostraron en el Lollapalooza que el cliché del hombre de fuerte carga sexual en la música ya no es el centro, que hay un sin fin de modelos con los cuales identificarse y que no hay nada más importante que ser fiel a uno mismo.

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