Hubo una época en que Troye Sivan era simplemente el chico de YouTube. La misma época en que existía el ship entre él y su viejo colega Tyler Oakley (repleto de fanfiction y fanart en Tumblr). Desde entonces, y hasta hoy, la vida de Troye se ha convertido en algo memorial.
Lo que comenzó como un simple canal de YouTube, escaló en importancia y personalidad para Troye. A través de un video habló sobre su sexualidad y sus desafíos, abriéndose a un público que poco a poco le tomaría un extremo cariño, quizá por mostrarse genuino y sincero, facilitando la empatía. Sus videos exploraron lo cómico y lo serio hasta arribar en la música, lo que sería el futuro de la carrera de este joven promesa.
Su cara angelical, sumado a un talento musical indiscutido, logró lanzar 'HAPPY LITTLE PILL' tras firmar con EMI Australia. El éxito de su música lo llevó a editar su primer álbum Blue Neighborhood (2015), donde su más sobresaliente obra es la trilogía de las canciones ‘WILD’, ‘FOOL’ y ‘TALK ME DOWN’, que se unen en una historia, contada a través de tres videos, de un trágico amor que arroja de forma fría y honesta la realidad que muchas personas tienen que afrontar en un mundo repleto de prejuicios.
La trayectoria de Troye lo ha llevado a compartir ritmos con artistas como Alessia Cara (en una versión de su canción ‘WILD’) y con la mismísima Ariana Grande en ‘Dance To This’. Finalmente, llegó Bloom (2018), el segundo disco de Sivan, compuesto por diez temas que pasean las melodías del electro pop que tan bien ha sabido malear en canciones como ‘The Good Side’, sin perder la melancolía reflexiva que siempre le ha sido característica en composiciones como ‘Plum’.
Quizá sea relevante destacar la importancia de Troye Sivan como artista. En una escena donde mucho se habla de la igualdad, es importante que se presenten modelos LGTB+, especialmente en el rubro del pop, donde una gran audiencia seguidora suele ser adolescente. Al respecto, y como ha señalado en repetidas entrevistas Olly Alexander, frontman de Years & Years y otro referente en el caso, es importante para los jóvenes que haya una diversidad de artistas con los que puedan identificarse y sentirse representados. Troye ofrece, justamente, eso: una persona fresca, que trata su forma de ser con naturalidad, no le otorga un lugar central —de forma que pueda ser tildada de 'estrategia de marketing'— y amplía el espectro en el ámbito musical.
Por un gran talento, una fuerte presencia en las redes sociales que inició en Youtube y una carrera que recién inicia, con solo 23 años Troye Sivan presenta Bloom como una promesa de lo que será una extensa carrera. Hay Troye para rato.
