NINA SUAREZ CONMUEVE CON ALGO PARA DECIRTE, SU ÁLBUM DEBUT

Una oportunidad para dejarse sensibilizar por el indie

PH: Juan Francisco Sánchez

Nina Suarez lanzó Algo para Decirte (2023), su primer disco de estudio, grabado junto a Chicho Guisolfi (bajo) y Manolo Lamothe (batería) publicado por el emblemático selló discográfico LAPTRA

El álbum está compuesto por siete canciones que la cantante, guitarrista y compositora de 21 años, define como “un amor adolscente, una ciudad que se siente desolada, un juego de mesa en la calidez de un verano eterno y la necesidad de tener que hacer algo con todo eso”. Esta obra completa se siente como una caricia acertada y firme de sonidos y letras que habían quedado algo por fuera en los nuevos grandes proyectos jóvenes de la escena local. 

Despierta toda la melancolía tradicional del género

El disco comienza con ‘Quequen', una llamada a la ternura característica de ese indie-rock que tanto nos conmovió y que Nina Suarez recupera cantando: “requiero que vengas a dormir conmigo otra vez. Me asusta la forma de mi pieza en la oscuridad y el silencio de la noche”. Tras este inicio, se abre paso ‘Chinos Ojos Rojos’ una canción energética, consistente y prolija, al punto de hacernos olvidar por un momento que se está cantando sobre un trío, por lo compacto del sonido.

Llega ‘Algo para decirte’, canción homónima del LP, que baja la intensidad y la potencia: “yo puedo ser la mejor versión de lo que quieras” nos dice y despierta toda la melancolía tradicional del género, con un fondo de baterías y una dicción de la voz que se apoya en la nostalgia motorizada.

Volvemos a sacudir la cabeza con ‘Batalla Naval’ —definitivamente mi canción preferida del disco—, donde la utilización de la guitarra acústica y la base rítmica evocan sonidos gardelianos, a lo que se suma de a momentos una guitarra reverberada que genera un interesante impacto auditivo. La letra, por su parte, nos habla de encuentros y desencuentros, desdramatizando los últimos, por más difícil que suene.

En ‘Ciudad’, el quinto tema, nos encontramos con una bajada grande en la energía que el disco venía manejando. La cantante, hija de Rosario Bléfari y Fabio Suárez, trae a colación secuencias en las que lo urbano se nos viene encima y nos asfixia, lo que invita a reflexionar: ¿realmente es el cemento el que lastima o será la memoria impresa en su materia lo que duele?

Para comenzar el cierre del álbum tenemos ‘Corrida al Arco’, una canción peligrosa para los momentos crepusculares de las relaciones: “ahora te quiero, pero no te voy a querer siempre”, canta como un puñal al pecho. 

Por último ‘Drescher’, un tema ecléctico, que varía entre la tranquilidad de unas guitarras limpias hacia algo distorsionado y con mayor empuje. Un gran cierre para lo que me parece una de las grandes novedades del año en la escena nacional. 

Esperamos con ansias cruzarnos pronto en un recital de Nina Suárez, para mover la cabeza y poguear hasta que todo deje de doler (o por lo menos intentarlo).

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