Fotos: Belén de Corazones
Parafraseando una famosa cita: una gran canción está basada en un 55% por buen ritmo y en un 44% por una melodía conmovedora. Aquel ínfimo porcentaje restante es algo indefinible y ajeno a las lógicas, pero termina siendo lo más importante. La reacción del publico de la primera fecha de Lollapalooza 2024 a The Offspring y Arcade Fire nos muestra que algo de verdad hay en tal sentencia.
Muchos espectadores se aglomeraron esperando a The Offspring en el escenario Flow, acompañados por los visuales de la banda y las canciones que eligieron como previa, desde ‘Planet Claire’ por The B-52's hasta Oasis con ‘Rock 'N' Roll Star’. Una breve versión de ‘Substitute’ por los Ramones fue la última entrada previa al plato principal. Las luces se apagaron y se hizo sentir un pegadizo beat de batería. Los fanáticos ya sabían lo que venía, pero aún así no estaban preparados para la emoción de escuchar el inconfundible “You gotta keep 'em separated”. Comenzar un recital con una canción tan intensa como ‘Come Out and Play’ es algo que podría dificultar tu performance, porque no es sencillo mantener a tu público tan arriba por una hora… pero ellos lo lograron.
Verlos en escena nos hace tomar noción de la cantidad de clásicos que han hecho estos muchachos. Tal vez hace décadas no los escuchas, pero algunos de ellos despiertan en tu cabeza un "uhh... ¿te acordás?". Desde ‘Why Don't You Get a Job?’ hasta ‘Pretty Fly (for a White Guy)’, pasando por ‘The Kids Aren't Alright’ y la inoxidable ‘Self Esteem’. Fue un show muy nostálgico para todos los generación '90 en la audiencia, era enternecedor presenciar a tantos padres reviviendo esa hermosa sensación adolescente junto a sus infantes, algunos de ellos en carritos de bebés, con los ojos cristalinos. La banda se animó a hacer un cover de los Ramones con una excitante versión de ‘Blitzkrieg Bop’ —los headliners más tarde harían algo parecido—. Muchas personas dejaron el predio después de semejante performance, y la enorme mayoría se quedó esperando por la salida de Blink-182, lo que tuvo enorme repercusión en un show que teníamos en el medio.
Apenas terminó Offspring salió a la cancha Arcade Fire, una banda cuyo proceso a lo largo de los años ha dividido a sus fans. A pesar de sus populares comienzos dentro del indie, cargados de influencias diversas como el chamber pop y el post punk, desde hace una década que se enfocan en el alternative dance. Reflektor (2013) fue un acercamiento a lo que se reafirmó en Everything Now (2017), un cambio estilístico que no incrementó notoriamente a su audiencia, pero que los distanció de quienes los hicieron tan famosos. El álbum más interpretado durante su visita fue WE (2022), con tintes de art rock y una evolución en su búsqueda; esas canciones recibían tímidas ovaciones por un público que era notoriamente escaso. Pero, ¿acaso hay alguien a quien culpar por todo esto?
La prestancia escénica e interpretativa fue remarcable, cada vez que volvían a sus tres primeros discos se captaba una energía diferente en el aire. Es una pena que el público se haya perdido de momentos icónicos como Win Butler ondeando la bandera Argentina o alzando una guitarra contra el vallado, un showman al que no podemos reprochar mucho. Incluso tomó la sorpresiva decisión de versionar ‘Gracias a la Vida’ de Violeta Parra, junto a su nieta, Javiera Parra. Fue emocionante escuchar una canción tan apasionada, que a pesar del alegre nombre tiene un mensaje más profundo, te descoloca saber que la autora se quitó la vida un año después de componerla. Indudablemente es uno de los himnos de la nueva canción chilena, un movimiento de inmensa relevancia social durante la década de los ‘60. A modo de cierre, Javiera acompañó a la banda en una versión de ‘Wake Up’ cantada en inglés y español, con el charango dándole una vibra muy diferente.
A pesar de que los momentos más destacables de toda la jornada tal vez los tuvo Arcade Fire, su recital no se vivió con la pasión que ameritaba. Mientras que The Offspring, con una performance más «terrenal», tal vez fueron los más aclamados de la fecha. Hay eventos que eluden las lógicas, y simplemente se basan en tu forma de sentirlos.
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