Originalmente el lugar de encuentro estaba previsto en el CC Konex, pero una feroz tormenta arribó en la Ciudad de Buenos Aires impidiendo que se llevara a cabo el sold out anunciado. Entre la incertidumbre de una posible reprogramación a largo plazo, o directamente la cancelación dictada por las nuevas restricciones sanitarias, el show se pasó a una nueva locación y la elegida fue el emblemático Teatro Coliseo. Presenciar un recital desde una butaca no suele ser muy agradable para los fanáticos que buscan la libertad en saltar, bailar y cantar libremente estando de pie, pero Feli Colina y todo su equipo le dieron una vuelta de tuerca y aprovecharon al máximo el espacio para brindar una obra teatral con un set, vestuario, luces y escenografía acorde al mismo.
Llegó el momento tan esperado: un reflector apuntando al escenario atrajo la presencia de Feroza dejando atrás una capa azul que caía por sus hombros haciendo juego con su vestuario, similar a la indumentaria que visten los toreros. La canción elegida para abrir la noche fue ‘Martes’, con un notable cambio en el ritmo a cargo de Martín Misa en percusión, algo que no estaba tan presente en las anteriores presentaciones en vivo. La primera invitada en subirse fue Gordo Larvo improvisando junto a Manussa en batería, Pupú Colina en bajo y Balta en teclados. Siguió ‘Serenidad’, su más reciente single, dándole protagonismo a Esmeralda Escalante, vocalista de Ainda, subiéndose con guitarra en mano para regalarnos una reversión del ya mencionado tema, a dos voces junto a Feli.
Feroza rompió toda barrera y traspasó a la historia como un álbum personificado y con identidad propia. Siendo la sanación emocional de muchos
El ambiente acogedor y cargado de emociones se profundizó a un costado del escenario donde se encontraba Balta sentado en el piano recibiendo a Vera Frod, vocalista de Agua Florida. Nos estremeció cada rincón de nuestro cuerpo con su performance al punto de hacernos poner piel de gallina y ojos llorosos, siendo uno de los momentos que recordaremos de este inolvidable show junto al homenaje folklórico que tuvo lugar con ‘Si Llega A Ser Tucumana’.
La acústica del teatro acompañó la voz celestial de Feli haciendo eco con ‘Susurrito’ y ‘La Familia’ junto a Chechi de Marcos en voz. Luego de dar un repaso por su disco solo quedaba una última canción, ‘Tiempo’ fue la encargada de cerrar el show en una versión más extendida.
Sin dudas, Feroza rompió toda barrera y traspasó a la historia como un álbum personificado y con identidad propia. Ha sido la sanación y el crecimiento emocional de muchos, cayendo en la mística del protagonista que le da vida a las letras profundas y cargadas de emociones. La música es poderosa, siempre estará ese tema que nos recuerda a algo, desde sentimientos hasta experiencias que atravesamos en la vida y Feroza proyecta mucho de eso con su personificación. Las despedidas son complicadas porque nunca dejamos ir esos recuerdos que nos atan y terminan torturandonos a través del tiempo, pero esta vez puede ser diferente dándole un cierre como se merece.