Fotos por @acorazonada
Saramalacara toca una fibra que muchos artistas ni siquiera saben que existe. Ella le canta a una generación para la que el internet fue tanto refugio como punto de encuentro; un eje sobre el que gira la vida de muchos jóvenes. Esa complicidad se hace evidente mirando al público antes de que empiece la última de las tres fechas que dio en Deseo este mes; jóvenes que sin conocerse entienden los códigos de quienes los rodean.
Cuando Sara sale al escenario, se convierte en la líder de la manada, una predicadora que con su palabra emociona a los propios y confunde a los ajenos. Todos la siguen cuando canta “Cuando más feliz era, menos opciones tenía” y la dotan de su propia historia para hacer propio el mantra.
Apoyada por una pantalla con visuales, luces, y tomando inspiración en sus ganas de ver el mundo arder, Sara deja todo en el escenario. Agita la ronda de pogo en ‘Sola’ y ‘Humo’ no sin antes hacer un crowdsurfing un par de temas antes, como había anticipado en sus redes que haría, invitando a la gente a no dejarla caer. Los invitados de la noche, Muerejoven para ‘FOMO’ y Taichu para ‘Water’, sirvieron para darle aire al show, dejando que Sara juegue con otros matices y colores.
“El próximo disco es una puta locura” dijo antes de anticipar un sencillo que, por la reacción del público, rápidamente se convertirá en un favorito. ‘Tokyo Hotel’ fue otro de los puntos altos, en los que además de extasiada, Sara se veía feliz, plena sobre el escenario.
Apenas pasada la hora después de empezar, el show llegó a su fin. Las luces del lugar, y de la calle, revelaban una sonrisa en los rostros de los cientos de jóvenes vestidos en su mayoría de negro. Esa sonrisa esconde una pregunta que habla tanto de la fidelidad con Sara como de la insaciabilidad de esta época: ¿cuándo es el próximo?