Fotos por @acorazonada
En el 2005, el lanzamiento del debut homónimo de Clap Your Hands Say Yeah sirvió como una bocanada de aire fresco para el indie, y como un hito alentador. A pesar de que no tuvo el apoyo de ningún sello y la promoción en radio fue prácticamente nula, fue un éxito sin precedentes. La banda, en ese momento un quinteto, lo repartía en disquerías. El boca en boca y la blogosfera permitieron que se vendan mas de 100.000 copias al más puro estilo DIY.
20 años después, la banda se transformó en el proyecto de Alec Ounsworth, único miembro original que queda, y Niceto Club fue el venue elegido para el show en Buenos Aires por la gira conmemorativa. La última vez de Ounsworth en Buenos Aires fue exactamente hace 10 años, también en Niceto, celebrando la misma gira, en ese momento por la primera década del disco.
Esta vez, acompañado por nuevos músicos, su salida al escenario fue discreta. Entre aplausos y vitoreos la banda arrancó con ‘Some Loud Thunder’, y le dio paso al disco homenajeado interpretado de principio a fin, a excepción de ‘Blue turning grey’. En ese momento, con los primeros acordes de ‘Let the cool goddest rust away’ es inevitable pensar en todo lo que cambió desde el 2005 hasta acá. Cambió por completo nuestra manera de consumir música, nuestra forma de vincularnos, los hábitos, lo cool, y una infinidad de cosas más. CYHSY se siente como música de un mundo que ya no existe. Lo que no cambió es el vitoreo del público (uno visiblemente nostálgico) en ‘The Skin of my yellow country teeth’ y la sorpresa, al igual que en el 2015, de los músicos al ver que los argentinos corean el punteo de la guitarra.
Puede parecer forzado decir que CYHSY es una banda de culto, en especial considerando lo mucho que cambió el proyecto desde su nacimiento. Pero es indiscutible que marcaron una época en el tiempo y la historia de la música, así como la historia personal de cada una de las, más o menos, 1000 personas que se presentaron este viernes en Niceto. “It’s a friday night” repetía con picardía Ounsworth, después del momento más poguero de la noche en ‘Upon this tidal wave of young blood.’
Después del plato principal, un puñado de canciones, entre ellas las infaltables ’Ketamine and ectasy’ y ‘Satan Said Dance’, cerraban una noche que nos dejó una duda casi fiolosófica a resolver: qué será de nosotros, y cuánto más habrá cambiado el mundo en 2035; cuando CYHSY venga a celebrar los 30 años de su debut.