En el Templo del Rock, Wos abrió su serie de Obras con un repaso que fue del vértigo de ‘Luz delito’ y ‘Culpa’ al coro masivo de ‘Que se haga tarde’ y ‘Arrancármelo’. Sonido alto y nítido, banda filosa —Tomy “Pulpo” Sainz, Natasha Iurcovich, Chipi Rud, Fran Azorain y Evlay— y esa tensión entre rap y rock que ya es marca propia. Se bailó, se saltó y se escuchó: la multitud respondió a cada gesto, y el clima fue de celebración total.
Con varias funciones consecutivas (residencia anunciada de seis fechas) y entradas volando, el pulso fue de consagración: narrativa visual, mística de estadio y un artista que confirma presente y proyección. Wos en modo oficio y piel: cuando baja el telón, el eco que queda se llama humanidad.
Fotos por @acorazonada
