No era la primera vez de The 1975 se presentaba en el Lollapalooza, mas si la primera de LANY. Originaria de Manchester, la banda encabezada por el inglés Matty Healy ya había pisado los escenarios Argentinos en la edición del 2017, en un show prolijo y de sonido excelente que había tambaleado únicamente por el evidente estado de Healy que parecía estar en babia, ajeno a todo lo que pasaba.
Una recuperación más tarde y con A Brief Inquiry Into Online Relationships (2018) bajo el brazo, The 1975 volvió al festival en el Main 1, cuando el sol ya había caído y antecediendo la tan esperada presentación de sus coterráneos Arctic Monkeys.
Por el otro lado, el domingo a las dos de la tarde bajo un sol caliente, LANY visitó por primera vez el país, orgullosos de presentar Malibu Nights (2018) y sabiendo que ‘ILYSB’ es uno de sus clásicos infaltables. Con una trayectoria más corta pero igual de energéticos, el histriónico Paul Klein, frontman de la banda, demostró la calidez de quien quiere a sus fans como si fuesen sus amigos.
La diferencia de concurrencia tuvo muchos factores, aunque sin duda el más importante se debió a quienes, desde el sábado al mediodía, hacían valla para los Arctic, y que quizá LANY es bastante nuevo en la escena para atraer multitudes. Con un sonido más pop que la banda de Manchester, pero similar en ciertos aspectos, las bandas comparten muchos de sus fanáticos.
El chico que filmaba entusiasmado como Klein se bajaba del escenario y se subía a la valla a abrazar a sus fans tenía un tatuaje de The 1975, y cuando alguien se lo puntualizó, exclamó entusiasmado que el show del día anterior había sido increíble. Con dos figuras entrañables, tanto Matty como Paul tienen una impronta personal que elevan a la banda en general, provocando un apego que va más allá de lo musical.
Aunque originaria de Nashville, LANY resuena a California: su sonido, claramente hijo de un género que sin Michael Jackson casi no existiría, se volvió transparente en temas como ‘Thru These Tears’ y ‘Take Me Back’. Un pop que pinta una imagen donde el sol es fuerte y la playa amplia fue apoyado por un Klein que usó su buzo y sus sweatpants al mejor estilo Calabasas, portando la desvergüenza californiana, mientras agarró orgulloso la bandera argentina que rezaba ‘ILYSB’.
SON BANDAS FRESCAS, IRREVERENTES, PORTADORAS DE LAS CARACTERÍSTICAS PROPIAS DE LAS CIUDADES QUE REPRESENTAN.
Por el otro lado, la relajada prestancia de Manchester cristalizada en un sencillo Matty con una remera blanca, siempre escoltado por el rectángulo luminoso que disco a disco cambia de color, pero siempre da el presente en los escenarios. Con reminiscencias evidentes a New Order —quizá extremas en ‘Give Yourself a Try’, cuya intro recuerda a ‘Disorder’—, el cantante estuvo totalmente presente en el show, animando a la multitud a hacer un gran pogo en ‘The Sound’ y calzándose el gorro con orejas de conejo y la mochila que usa en el video para ‘Sincerity Is Scary’.
Tanto LANY como The 1975 son bandas frescas, irreverentes, portadoras de las características propias de las ciudades que representan, con un sonido que pone el énfasis en su costado del pop sin dejar de tener aires de banda indie. Ambos dieron un show satisfactorio a lo que sonido refiere, haciendo saltar a su audiencia y demostrando que todo es posible: incluso, anunciar al final del show que el Rock & Roll está muerto.