Credito: @irishsuarez
El regreso de Tan Bionica trajo aparejado su propio final: tras ocho años de silencio, la banda que musicalizó a una generación entera volvió solo para despedirse. Luego del impresionante show en el Estadio Vélez, los fans (incluida quien escribe) teníamos la sospecha de que la despedida que se avecinaba no sería ni tan definitiva ni tan tajante. Pero Chano salió a desmentirnos, afirmando que el show en River sería el último en Buenos Aires por varios años. Si me apuran, afirmaría que se trata de una noticia muy triste. Sin embargo, en este instante y con las emociones post show a flor de piel, creo firmemente, a riesgo de arrepentirme luego, que esta última noche mágica fue mágica, valga la redundancia, justamente por ser la última.
Los integrantes de Tan Biónica se presentaron ante un Estadio Monumental agotado. “Cualquier músico que haya nacido en Argentina, al menos una vez en la vida, sueña con tocar en River. Y esto es posible gracias a ustedes, yo voy a estar toda la vida agradecido”, afirmó Chano en el primer set acústico del show. La magnitud del venue no pareció opacar las canciones, sino hacerlas tremendamente grandes. Y el público estuvo muy a la altura.
“Si pudiera volver a vivir no trataría de soñar tan grande, sino que trataría de tener lindos sueños”
La banda se nutre del pop, del rock y de la electrónica. Géneros que parecen disímiles pero que en esta puesta, y en toda su obra, se fusionaron a la perfección. Esta combinación también se vio plasmada en los invitados: Miranda! (a quienes Chano agradeció su aporte al pop argentino), se sumaron en ‘Ella’, Abel Pintos, (un artista con quien “todos los músicos argentinos desean cantar”), en ‘Obsesionario’, Airbag en ‘Arruinarse’ y Nicki Nicole (“una princesa”) en la ya clásica colaboración ‘Boquitas Pintadas’. La participación de Nicki, la más joven de las invitadas, fue también la más emotiva: la artista expresó su fanatismo por la banda y lo sensibilizante que era para ella compartir un escenario de tal magnitud con ellos. Se emocionó tanto que, para alegría de los fans, tuvo que cantar la misma canción dos veces.
El amor del público hacia la banda y a sus canciones se palpaba en el aire. Ese amor y esa energía llegó a sus integrantes, quienes en varias ocasiones detuvieron el show para dirigirse a los fans. Sin lugar a dudas, el momento más emotivo tuvo de protagonista al propio Chano. “Si pudiera volver a vivir no trataría de soñar tan grande, sino de que trataría de tener lindos sueños. De ser una buena persona, de ser un buen hermano, un buen novio y un buen hijo”, afirmó entre lágrimas. “Ustedes ya saben lo que me pasó. Y tal vez estoy vivo gracias a ustedes, porque rezaron por mí”, concluyó justo antes de detenerse unos minutos para llorar, al tiempo que el ya clásico “Olé olé olé, Chano Chano”, se escuchaba en todo el estadio.
Sin lugar a dudas, se trató de una noche inolvidable. La música de Tan Bionica fue una parte crucial de la vida de muchísimas personas. Y este show, como sus canciones, dejarán una marca imborrable.