Fotos: cortesía Primavera Sound
El martes a la noche fue el momento de los nostálgicos. En un atmósfera cargada de melancolía y emoción tuvo lugar la segunda ronda de Slowdive, en el marco del Primavera en la Ciudad en el Complejo Art Media, entre otros sideshows del Primavera Sound. Como si el tiempo no pasara alrededor de ellos, volvieron a los escenarios luego de una larga pausa post pandemia,con nuevos sonidos y más fuerza que nunca.
Para empezar a agitar los corazones se subió al escenario Sebastián Arpasella. Debutando con “Deriva” (2023), su primer álbum solista, demostró que su amor por la música sigue intacto desde sus épocas en la mítica banda Grand Prix. Con guitarras potentes y coros armoniosos, Sebastián puso a punto a un público que estaba deseando una noche con canciones tan alegres como oscuras.
Eran las nueve de la noche cuando empezó a sonar ‘Shanty’, el primer tema del último disco de la banda británica Everything is alive (2023), que los puso nuevamente de gira. El sonido hipnótico se apoderó rápidamente de todos y dio inicio a una lista de temas que nos hizo viajar sin freno entre los 90s y los 2000. Con joyas como ‘Crazy for love’ o ‘Sleep’, que no habían sonado en la presentación del sábado, lograron conectar rápidamente tanto con los fans de siempre como con los novatos en el shoegaze.
Si bien los ingleses no le dedicaron muchas palabras al público, no faltaron los agradecimientos y el reconocimiento a la pasión de la gente, que no paró de corear el famoso “olé, olé”. Uno de los momentos más emocionantes de la velada fue cuando invitaron a una fan del público a subir al escenario, que había llegado con un cartel que rogaba: “Can I play Dagger with you?”. Ese momento, casi de ensueño, fue el broche de oro que dió inicio al final del show con ‘The Slab’ y ‘40 days’. Con un saludo de Rachel Goswell se cerró una noche impecable, que promete no ser el final del romance argentino con Slowdive.
