El pasado lunes la cantautora Silvina Moreno dio un show virtual en vivo a beneficio del comedor infantil El Lucero. Aunque este formato es usual en tiempos de cuarentena, su presentación se destacó del resto por ser la primera en cobrar entrada, poniendo en valor el trabajo de los artistas. Minutos antes de empezar, el chat de la página explotaba de comentarios de los participantes, quienes interactuaban como si fuera la previa de un recital como los de antes.

Silvina apareció en el jardín de su casa, rodeada de guitarras y otros instrumentos, mientras la gente escribía y saludaba como si estuvieran gritándole al escenario. En este contexto, con los recitales desarrollándose de manera digital, la artista se sumó al grupo de quienes logran desafiar la barrera de la tecnología para evadir las circunstancias actuales.

La presentación arrancó con cuatro canciones de su último disco Herminia (2019): ‘Si Desafino’, ‘Esperanza’, ‘Ya Llegó El Calor’ y ‘En El ‘87’. Al terminar, ella misma se aplaudía y ovacionaba, imitando lo que sucedía en el chat, como si nosotros estuviéramos allí. Entre tema y tema leía comentarios, respondía a los saludos y aceptaba sugerencias para sumar a su repertorio.

Para ‘Tiempo’, Silvina utilizó el ronroco, una especie de charango que conoció en un viaje familiar a Kenia. Después de una introducción melódica con el instrumento, comenzó a cantar y en el estribillo imitó la entonación del público, para cuyas estrofas siempre la acompañan. Al mismo tiempo, los fans escribían la letra en un intento por emular estar cantándola con ella en vivo.

Antes de seguir, la compositora reveló que la cuarentena también presentó un desafío para el amor, lo cual sirvió de puntapié para nuevas versiones acústicas de ‘Luminosidad’, ‘Caja Fuerte y ‘Ya lo Entendí’. Esta última la escribió junto a su mamá, después de una separación con un chico que le tiró una “bomba de humo” y se borró como si nada hubiera pasado. Como se decía en el chat, un canto dedicado al ghosting.

Uno de los mayores retos de esta nueva modalidad es poder controlar la calidad del sonido. Al respecto, Moreno expresó: “Cuando canto me gusta mucho mirar a mi público, pero acá me van a ver con los ojos cerrados porque tengo que prestarle más atención a los sonidos que en el escenario”. La “cuestión virtual” redefine no sólo la música y la manera en la que los artistas la presentan, sino también la percepción de sus espectadores.

La cantante intercaló canciones nuevas con otras de sus discos anteriores, pero sorprendió con un nuevo material que pidió no difundir porque todavía es un borrador. El tema sin título está dedicado a todas las mujeres que considera heroínas en su vida, inspirado en una historia particular: se basa en la vida de su hermana Victoria, una médica que vive en Nueva York y tanto ella como su familia tuvieron coronavirus. El resultado de esta situación es una canción sentimental que, al final, deja un mensaje feliz y de esperanza.

Pasando a una temática un poco más alegre, el show continuó con ‘Lord Inglés’ y ‘Será una Estupidez’, dos sencillos de Sofá (2017). Después de abrir una nueva ronda de pedidos, siguió con versiones acortadas de ‘Faro’ y ‘Real’. A pesar de ser un recital digital, las risas y la emoción no se perdieron en ningún momento.

Silvina contó la historia detrás de ‘Herminia’ y la introdujo con un breve relato. En honor a su abuela materna, tituló el álbum con su nombre, presentándola como una mujer con una personalidad “divertida e infantil, muy de personaje”. Contó que era una persona muy luminosa y que ella heredó un poco de todo eso, dedicando la canción a todas las abuelas. La nostalgia siguió a través de los comentarios cuando una chica escribió que se la regalaba a su mamá, quien había fallecido recientemente; todos los presentes le demostraron su apoyo. Más allá de la distancia, se logró unir a personas desconocidas en un mismo encuentro, permitiendo que los sentimientos traspasaran la pantalla. 

La noche finalizó con ‘La Despedida’ y ‘Cuídame’. Después de agradecer a su equipo, al comedor El Lucero y a su público, destacó que es optimista con respecto al panorama en nuestro país, asegurando que vamos a salir con nuevas experiencias y aprendizajes. “Extraño mucho tocar en vivo y siento que me pongo más nerviosa acá porque me faltan ustedes. Aunque estén en forma virtual, no hay nada como el contacto humano”, le dijo a su audiencia, sin sacar el foco de la anomalía del formato.

Si bien resulta difícil pensar en volver a los recitales como los conocíamos hasta hace unos meses en el corto plazo, la industria va encontrando novedosas formas de seguir apoyando a los artistas y sus equipos. Muchos de estos shows cuentan, además, con una base solidaria de fondo, crucial para estos tiempos de confinamiento que golpea a los sectores más vulnerables. Por otro lado, es raro aún hablar de acercamiento cuando practicamos la distancia social y el aislamiento, pero estas alternativas permiten una interacción más personal. Con la continuidad de este contexto, las esperanzas se renuevan con más propuestas para disfrutar de la música desde nuestras casas.

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