POLÉMICAS EN TIEMPOS DE CLICKBAIT: CIRO, DILLOM Y FITO

Aprendete mi nombre

El paso de la última edición de Cosquín Rock dejó algunas polémicas para debatir  en torno a la relación de los músicos con el periodismo especializado y los medios de comunicación en general. En tiempos de clickbait parece ser que vale más dar una opinión tajante y confusa para que nos lean y para generar interacción. Poco importa la veracidad de lo que se dice en el jugoso título que puede deshacerse líneas más abajo. Sobre estas y otras yerbas versan los dichos de distintos artistas luego del evento. 

Para comenzar, Dillom publicó en sus redes su descontento con una nota que menciona que su banda se desarma cuando solo se sustituyen dos miembros y seguirán tocando con normalidad. Por otra parte, en la trasmisión oficial vía streaming escribieron mal su nombre, lo que también molestó al artista tras el esfuerzo realizado para lograr ese lugar central en el festival. Quién también pareció tener algún descontento con la transmisión de su show en vivo fue Fito Paéz, que no cedió sus derechos para realizarla. 

Quién se mostró visiblemente molesto con la cobertura que le dieron los medios tradicionales a su presentación fue Andrés Ciro Martínez, frontman de Ciro y Los Persas. En un largo descargo en su cuenta de twitter, expresó su fastidio al sentir subvalorada su decisión de invitar a La Orquesta Sinfónica de Villa María y su director Luis Nani: “Cinco temas coreados y aplaudidos por el público que pasó por muchas emociones. Para luego dar paso a un set de rock con varios temas nunca tocados en CR. Sin embargo cuál fue el comentario? Ninguno. Simple. No fueron. No pueden no haber registrado al menos el esfuerzo y la apuesta a abrir en un festival un show con 33 invitados. Pero todo queda claro cuando, como tuiteó recién alguien, no saben ni el nombre del que canta. Y me ponen “Ciro” entre comillas. 27 años llenando estadios y aún no se aprendieron mi nombre”. A los que sí agradeció con nombre y apellido es a la nueva camada de periodistas de los que resaltó su trabajo y me parece un gran guiño a otra forma de hacer las cosas. 

Hoy que los límites de la libertad de expresión están en boca de todos, creo que la misión (si existe tal cosa) del periodismo, y más específicamente de los cronistas, no se trata de ser condescendiente sino de expresar las sensaciones que uno se lleva de un show, sean positivas o negativas, sin inhibiciones. Si bien esto suena bastante subjetivo, y en gran parte lo es, todo concierto ocurre en un contexto, en un tiempo y lugar específicos. 

Si vamos al caso puntual de Ciro, encontramos que luego de estar presente en 21 de 23 ediciones, apostó por hacer algo distinto y darle una vuelta de tuerca a la lista de temas hitera que se impone en los festivales. Una lista que supo convivir con el presente de la banda y su último trabajo Sueños (Un Viaje En el Tiempo) que contó en su grabación con la Orquesta Filarmónica de Mendoza. Mi cobertura desde el pogo no me deja mentir cuando digo que se saltó cada tema y que los arreglos no le sacaron ni una pizca de rock a las obras originales. Además, la lista contó con gran cantidad de temas piojosos. Por lo que las crónicas que dicen lo contrario parecen darle la razón a sus tweets cuando decreta que realmente no estuvieron ahí. Al final la música y los shows están para quienes quieran escuchar, o como concluye el mismo: Ustedes recordarán los shows. Nosotros los recordaremos a ustedes.

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