PARA EL FRÍO, BUENA VIBRA

En el día más frío de lo que va del año, el Festival Buena Vibra regresó y combatió el mal clima de la mano de Conociendo Rusia, Yataians, Bestia Bebé y Militantes del Clímax.

En el día más frío de lo que va del año, el Festival Buena Vibra regresó y combatió el mal clima de la mano de Conociendo Rusia, Yataians, Bestia Bebé y Militantes del Clímax.

Un horario de trasnoche y un día particularmente helado fue el marco en el que el Festival Buena Vibra regresaba un viernes 20 de julio. Esta vez con un cartel deluxe y variado: Conociendo Rusia, Yataians, Bestia Bebé y Militantes del Clímax eran los encargados y, con las puertas del Konex abiertas a las 23hs, el formato de fiesta nocturna le sentó muy bien, el ambiente era distendido y de confianza. Mientras algunos intentaban jugar ping pong combatiendo el viento en el patio, otros veían las exposiciones de fotografía o tomaban algo. La noche prometía una especie de degustación del momento que atraviesa la escena local en el que nadie se aferra a un solo género, y el fundamentalismo que antes creaba prejuicios y divisiones, hoy empieza a diluirse.

Una vez en tarima, Conociendo Rusia dio el pie de inicio. El proyecto de Mateo Sujatovich es uno de los más prometedores del año. Su debut homónimo ha sido uno de los mejores lanzamientos del año y se pasa muy bien al vivo. La pulcritud de los temas y lo bien ejecutados que están no parecen de una banda que estaba dando su cuarto recital. Temas como ‘Juro’, ‘Cicartriz’ y ‘Luna’ daban cuenta de la palestra de sonidos que pueden alcanzar. ‘Loco en el desierto’ no se hizo esperar y fue uno de los mejores momentos del festival.

Las palabras de Sujatovich describieron muy bien la esencia del Festival Buena Vibra: ‘‘Un día como hoy hace un año yo estaba allá en una esquina viendo a Bandalos Chinos, pensando que yo quería estar ahí, y hoy pude cumplirlo’’. Esta confesión fue recibida con aplausos del público en el que se encontraban los mismos Goyo Degano e Iñaki Colombo, de la mencionada banda. El pequeño momento me sirvió para reflexionar sobre este tipo de espacios y lo esenciales que son para la escena. Que un proyecto debutante pueda compartir cartel con bandas históricas y probar que tienen la calidad suficiente para estar ahí, nos muestra todo lo que está en potencia y que hay por descubrir. También, que estamos en una escena que tiene protagonistas que se consumen entre sí, que gustan realmente de lo que hacen sus colegas y dan un gran sentido de camaradería.

Yataians fue la segunda banda en salir, y definitivamente sería un cambio de dirección total. El grupo de reggae es uno de los más divertidos del género para ver en vivo, emanan una energía increíble desde el primer tema hasta el último acorde del cierre. Su frontman, Ugo Tyburczy, es uno de los mejores para encender al público, le brota el carisma y su voz retumbaba en los pilares de la sala. Al son de temas como ‘Cada día’ y ‘Fuego’ la gente empezaba a aflojarse y a bailar. ‘Holy Mount’ es mi tema favorito de Yataians y en vivo se la siente mucho más hipnotizante. El acompañamiento en esta ocasión de unos vientos para algunos temas sobre el final fue un acierto bien celebrado. La inclusión de Yataians en este cartel es de las cosas más gratas que me llevo y aplaudo siempre a una organización que piense en la variedad. Otro golazo del Buena Vibra.

El tercer acto fue Bestia Bebé, que no necesita presentación. Salieron coreados y confiados a hacer un repaso de su discografía. Del baile se pasó al pogo con ‘Fiesta en el barrio’ y sus pares, pero también hubo espacio para el coreo y sentimentalismo con ‘Patrullas del terror’ o ‘Yo me la aguanto’. Bestia Bebé cuando quiere podría darle un par de cosas que aprender a bandas como The Orwells o Cloud Nothings, la energía con la que tocaban se trasladaba al público y hacía una simbiosis hermosa entre el público y la banda. Con ‘El uruguayo’ se iba anticipando el cierre que llegó eventualmente, pero que dejó a todos con ganas de un extra. Una buena hora de la bestia para darle paso a los encargados del cierre, Militantes del Clímax.

Para cuando estaban empezando a trepar la sala, estaba ya prácticamente desbordando y recalcó el éxito rotundo que fue esta nueva edición del Buena Vibra. Militantes arrancó desde arriba y no bajó la intensidad ni un segundo, solo seguía subiendo. ‘‘Esto va a ser así, rapidito una sola dosis pero efectivo’’ dijo el cantante antes de empezar. Las rimas y los vientos caracterizan mucho los conciertos de militantes y esta no fue la excepción, ‘Maradona Cannigia’, ‘Jazz funk’ y todos los hits del grupo dieron lugar a un cierre de festival muy movido. Un carnaval que también tuvo espacio para la clásica teatralidad que es sello del grupo. Esta se vio a manera de dos monólogos distintos sobre el aborto, desde la visión de dos mujeres encarnadas por Frank Bersi. A todo esto se le sumó el anuncio de que pronto saldrá el nuevo disco, que tuvo su respectiva ovación y, por los nuevos temas que presentan en vivo, dejó a quien escribe muy manija.

Hace un año en este mismo festival en esta misma sala tocaban Las Sombras, Morbo y Mambo, Perras on the beach y Bandalos Chinos. En esta edición del Buena Vibra los nombres eran otros, pero la sensación la misma: la escena local tiene todavía mucho por darnos y hay que seguir llenando los espacios donde se busca encontrar lo nuevo y darle cabida a la variedad. Hay que celebrar la diversidad (en todo sentido) y el mix de géneros en este Buena Vibra hizo exactamente eso de la mano de cuatro bandas que dejaron un precedente para las que en el futuro suban al escenario de este festival, que ya se volvió un clásico.

milit

 

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