Louis Tomlinson, el miembro más grande (al menos, en edad) y menos apreciado de la hoy inexistente banda One Direction, también fue el que más aplazó su álbum debut. Desde el día en que la banda anunció su hiatus, Niall Horan fue quizás el más rápido en lanzar su trabajo Fliker (2017), seguido por Harry Styles con su disco homónimo. Liam Payne, aunque desde hace poco, también tiene su propio LP en la calle; incluso Zayn Mailk, quien dejó la banda en 2015, también tenía trabajos lanzados. Pero aún faltaba el de Louis.
Los últimos años le han dado al joven artista inglés una serie de altibajos que, tal vez, le dieron fuerzas y propiciaron no solo una nueva forma de ver al mundo, sino también algo para decir. Tuvo un hijo fruto de una relación breve (brevísima); volvió con su novia Eleanor Calder, quien lo acompañó desde los días en que la fama era algo desconocido para él, y sufrió dos grandes pérdidas: tras la muerte de su madre por leucemia, su hermana Felicité murió trágicamente por una sobredosis.
Todos estos sacudones de la vida, sumado a la necesidad lógica de cualquier artista por finalmente presentar el fruto de su creatividad, resultaron en que Louis escribiese un álbum al respecto.
El 31 de enero, Walls (2020) finalmente vio la luz. Un álbum compuesto por 12 canciones, como los álbumes de antes, lleno de honestidad, emoción y melodías pop. Louis comenzó su carrera solista con los singles 'Back to You' con Bebe Rexha y 'Just Hold On' con Steve Aoki, y fue honesto cuando explicó por qué su álbum le llevó tanto tiempo: "por mucho que trate de ser realista, no pude evitar anhelar un «hit» después de una carrera tan directa al pop central". Pero lo que obtuvo al final fue mejor que una serie de grandes éxitos. Dejándole los éxitos a 1D, el cantante ofreció algo más novedoso: un Louis honesto.
Con muchas melodías pop y letras pegadizas, ‘Don’t Let It Break Your Heart’ es quizás la canción más lograda de todas, junto con ‘We Made It’. A pesar de que la batería, las melodías y el sonido general del disco sean un poco vagos, como si salieran de una máquina prefabricada, su voz hace el trabajo de elevar esta debilidad.
“WALLS ES UNA CARTA ABIERTA A LOS FANÁTICOS”
Mientras que algunas de las canciones se parecen demasiado a las de la afamada boyband, otras se sienten un poco aburridas, planas. No hay que confundirse, así como algunas canciones de Harry podrían pertenecer a Made In The AM (2015), estas últimas lo hacen de una manera diferente: es una adición, un parecido lejano. En cambio, con Louis se siente como si todavía estuviera componiendo directamente para One Direction.
Lo que Tomlinson entrega en su disco debut; si bien alegre, pegadizo y un clásico popero; está algo falto de vida. Tal vez los ex miembros de su banda están haciendo más esfuerzos para sonar menos prefabricados y más como ellos mismos. Quien escribe fue dueña de muñecos de 1D y escribió fanfictions sobre esa cosa llamada Larry Stylinson, también fue la que llamaba (todavía llama) a Louis y Harry sus hijos, y la que tiene los dos álbumes enmarcados juntos, porque, duh. Pero, aún así, logra comprender que obtuvieron una fama tan masiva e inesperada en One Direction que, hoy por hoy, uno de sus grandes desafíos es crear música que se sienta «auténtica». Porque al final: ¿qué es ser auténtico? Quizás, a la fecha, Niall es el que más responde a la pregunta, seguido de Harry.
Más allá de sus limitaciones, y sabiendo que un primer álbum no es determinante de una carrera, Walls ofrece una carta abierta a los fanáticos, una forma de entender a Louis. Sus letras son el punto más fuerte y lo que termina de convencer al que escucha, ya que dejan que sea nuestro amigo.
Walls demuestra que Louis todavía está allí, y que todavía estamos acá, desde los viejos días de “Me gustan las chicas que comen días de zanahorias”; y eso no va a cambiar.
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Louis Tomlinon visitará la Argentina el 15 de Mayo el en el Movistar Arenas. Comprá tus entradas haciendo click acá.
