Fotos: @gallo_rockpix
Las giras en las que las bandas no presentan un disco nuevo, sino que recuerdan álbumes de décadas pasadas, suelen ser tema de debate. Slipknot y Air, James Blunt y My Chemical Romance con The Black Parade el próximo año, y la lista sigue. Como demostró Fito Paéz con los 30 años de El Amor después del Amor (1992), lo que en realidad importa es lo que genera en la gente. Y en el caso de Keane, su álbum debut Hopes and Fears (2004), merecía su gira de aniversario. El recibimiento por parte del público argentino fue idéntico al de noviembre de 2019, cuando también se presentaron en el Movistar Arena: un mar de gritos y llantos. ‘Can’t Stop Now’ del álbum en cuestión y ‘Silenced By The Night’ fueron los temas iniciales.
“Estuvimos esperando toda la gira por este show. Aplaudan, bailen y canten con nosotros. Queremos decirle Feliz cumpleaños a Hopes and Fears y para celebrar vamos a tocar más canciones que en el resto del tour”, arengó el cantante Tom Chaplin, ante una multitud que quedó rendida a sus pies. Si nunca escuchaste Keane, su música es suave y conducida por el pianista Tim Rice–Oxley, y esa misma fórmula ya estaba presente en el primer disco. La ‘fan action’ más frecuente y la postal más recordada fue el Arena iluminado con las linternas de los celulares: particularmente en ‘Sunshine’ y ‘My Shadow’, donde Chaplin suma la guitarra eléctrica a la ecuación.
“Tim es el Messi de Keane, yo soy Diego Simeone”
Que los teclados sean el instrumento principal por sobre las cuerdas no implica que sus recitales carezcan de pogos. Basta con ver el agite de ‘Is It Any Wonder?’, ‘The Way I Feel’ o ‘Crystal Ball’ para que quede demostrado que pueden rockear. “Amo como rebotan. Siento que estoy muy viejo para saltar, pero ustedes me inspiran”, confesó entre risas Chaplin.
Antes de ‘Hamburg Song’, donde Tom se adueña del piano y coloca la bandera argentina encima, cuenta que en el hotel les regalaron dos camisetas: una de Maradona y otra de Messi. “Tim es el Messi de Keane, yo soy Diego Simeone”, reveló sin tapujos. Y es que no es solo Rice-Oxley es el pianista de la banda: también es uno de los principales compositores, y en cada uno de los 28 temas que sonaron, con una mano tocaba y con la otra arengaba.
Una de las principales influencias de la banda sale a la luz con ‘You Are Young’, donde en un ida y vuelta con Chaplin nos invita a repetir sus coros. “Son gente pasional, llenos de drama, encuentren su Freddie Mercury interno”. No sería el único momento Queen: en el bis hicieron un exquisito cover de ‘Under Pressure’. Si de momentos especiales se trata, Chaplin divisó en la valla a Laura, una joven que sostenía un cartel pidiendo una canción que no estaba incluída en el setlist: ‘Snowed Under’. Deseo concedido. No se trata de cualquier b-side, sino que tiene el verso que le da el nombre al disco “alguien que entienda tus esperanzas y miedos”.
Como cierre del set principal, Keane nos dedicó su tema más conocido, que tiene un billón de reproducciones en Spotify: ‘Somewhere Only We Know’: “Cuando empezamos a hacer música éramos chicos y ni en nuestros sueños más locos nos hubiésemos imaginado estar en un lugar como Argentina, enfrente de esta gente que canta nuestras canciones, así que gracias”.
El amor quedó más que demostrado: el bis duró seis canciones, hubo promesa de nueva música y concluyó con el sencillo más desgarrador de todos, ‘Bedshaped’, con un hasta la vista incluido. Volviendo al comienzo, cerramos el debate: la excusa del aniversario es perfecta para su quinta visita al país, y si Keane quiere, puede venir todos los años, porque Argentina es su segunda casa.