Acompañado de ¡once! músicos en escena, el irlandés de 35 años volvió para su primer show en solitario en nuestras tierras. El debut había sido en Lollapalooza 2024; aquella vez, algunos artistas también geniales como Jessie Reyez, no habían logrado un gran sonido en el Samsung Stage, pero el despliegue sonoro de Hozier había sido espectacular.
Una vez más, a un volumen potente pero sin saturar, cada uno de los instrumentos, voces y arreglos brillaron en perfecta armonía otorgando un despliegue de primer nivel. Hombres y mujeres por igual llenaban las butacas y el campo de Movistar Arena, aunque “el grito de las pibas” era rey frente a cada nuevo inicio de canción o declaración del artista, quien era salvajemente celebrado en toda ocasión posible. Momento aparte cuando, como guiño a la rivalidad Irlanda-Inglaterra, todo el microestadio rugió al coro de “el que no salta es un inglés”.
“La última vez que estuve acá fue en mi cumpleaños; con esta energía siento que vuelve a serlo”. Una apuesta jugosa la de programar a este músico en una plaza tan grande, que salió mejor de lo esperado por muchos y le puso broche de oro a una relación con Argentina que parece que durará.