FESTIVAL NUEVO DÍA: "NO ERA NUESTRA INTENCIÓN MATAR A UN POLICÍA MOTORIZADO"

Notas sobre una provocativa y arrolladora nueva escena nacional

Fotos: Flor Ibañez

Juventud, pelos largos y teñidos, grandes delineados y remeras negras, apenas algunas de las muecas características de esta generación de pibes y pibas algo góticos, algo emos y algo punks. El Festival Nuevo Día pasó por el Centro Cultural Konex y encendió a esta novedosa comunidad refugiada bajo las lógicas de lo que siempre conocimos como under: un camino paralelo a la gran industria cultural vigente.

Si hablamos de contenido, se aprecia una virtud en el revival de géneros como punk, post-punk, shoegaze y rock psicodélico, parecen ser las referencias naturales de las bandas que se enlistan en la grilla. En cuanto a la presencia escénica, hallamos una potente irreverencia y una notable obsesión por generar impacto. Todo parece ser bait, y como soy parte de esta nueva ola de jóvenes y también me siento algo agotado de las lógicas existentes del mercado musical moderno, me subo a la actitud. Bancamos fuerte Él Mató a un Policía Motorizado, y a la vez celebramos la polémica frase de Massacre.

Estuvimos en la primera jornada donde, mientras la agradable tarde recibía al Nuevo Día, Sakatumba se hizo cargo de la apertura con un post-punk clásico, cantando ‘No te vuelvas a sentir mal’. Como un mantra se fue convirtiendo en un bálsamo ante todo el contexto post pandémico e hiper individualizador que nos rodea. Se llevó los primeros pogos con su gran tema ‘Me estoy olvidando de vos’ y sumaron a la lista canciones como ‘Chica gótika’ y ‘Ropa equivocada’. 

Tras este inicio, las tablas recibieron a Winona Riders, quienes ocupan el lugar más icónico de esta nueva ola (y también, por ser los más baiteros, son los más hateados). Completamente arrolladores y enérgicos, con su sonido lisérgico setentoso, fueron pasando por un elevado set-list, del cual destacamos ‘A.P.T’, ‘Dopamina’ y ‘Dorado y púrpura’. Desde el pogo que los presentes formaron, se oyó el grito de “no me calmo nada, loco”, lo que puede hablar más del público que de la banda. 

UN ESPACIO AUTOGESTIVO DE RESISTENCIA CONTRACULTURAL

Como viejas nuevas eminencias del rock nacional, se subieron los Massacre para iniciar su show con ‘Tengo captura’: si ellos decidieron arrancar su show así, nosotros no podemos evitar hacerlo nuestro título. Como siempre, fue una presentación ultra interactiva con la concurrencia por parte de su cantante y frontman Guillermo “Wallas” Cidade. Comentó que el nombre del festival proviene de su canción homónima y, con un prolijo show, sumaron al repertorio algunos de sus clásicos, entre los que se destacaron ‘La reina de marte’ y ‘Diferentes maneras’. 

La música en vivo, al caer la noche, se movió al escenario Vomit, en la parte techada del Konex. Allí encontramos una energía aún más under y de galpón, aplastante e intensa. Grandes bandas se hicieron cargo de este escenario. En primera instancia, el interesantísimo neo-punk de Dum Chica, que se llevó puesto todo con una formación poco normal: bajo, batería y voz. Tras este proyecto, se subió al escenario Marina Fages, con un grunge experimental, quien se destacó por  la canción ‘Aguardiente’. El cierre estuvo a cargo de Las Tussi, con un punk más tradicional. Luego, el festival continuó a cargo de DJ Letsgou

Sin dudas, el Festival Nuevo Día se convierte en un espacio de resistencia contracultural por medio de la autogestión. Es muy rápido para sacar conclusiones de la perdurabilidad de este movimiento que se gesta en la música nacional, por lo pronto es una invitación al disfrute del aquí y ahora sin necesidad de juzgamientos y con la seguridad de que encontraremos excelentes proyectos que se enfrentan a las lógicas comerciales vigentes.

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