EL ZAR DE FIESTA EN EL HIPÓDROMO

Un domingo mágico

Los primeros espectadores que llegaron esa noche al Hipódromo de Palermo no tenían forma de saber el increíble show que El Zar (dúo formado por Facundo Castaño Montoya y Pablo Giménez) tenía preparado. En el escenario vacío llamaba la atención un detalle en particular: en el bombo de la batería había una fotografía de Charlie Watts, baterista de los Rolling Stones y fallecido muy recientemente. Como tributo, y un poco como amuleto, la fotografía cumplió su objetivo: no sólo permitió a los miembros de la banda rendir homenaje a una de las mayores estrellas de la música, sino que también colocó la vara muy alta. Si Watts estaba en el escenario el show tenía que salir bien. 

Plastilina fue la banda encargada de abrir el espectáculo. Tomás Wicz y Paloma Sirvén se subieron a las tablas al ritmo de sus propias canciones: ‘Puedo con Esto’, ‘El Hechizo’ y ‘No Pude Despedirme’ fueron algunos de los temas elegidos para presentarse ante un público que no necesariamente los conocía. Este hecho no fue un impedimento para la banda: ambos se adueñaron completamente del escenario, con esa teatralidad y dulzura que tanto los caracteriza. 

El virtuosismo de Pablo en la guitarra fue evidente desde el primer momento, mientras que la habilidad vocal de Facundo no se quedó atrás

La entrada de El Zar se anunció con un mashup de sus canciones más reconocidas. Apenas terminó, los integrantes de la banda aparecieron en escena rodeados de una ola de aplausos. Acompañando al dúo se encontraban Bruno Dante (batería), Mateo Dufour (teclas), Francisco Nicholson (bajo), Ivana Traboulsi (coros y violín), Yago Escrivá (coros y guitarra) y Maxi Sayes (percusión). La canción elegida para abrir el show fue ‘El Túnel’, track incluido en su álbum A los Amigos (2018). El virtuosismo de Pablo en la guitarra fue evidente desde el primer momento, mientras que la habilidad vocal de Facundo no se quedó atrás. Con influencias rockeras y un ritmo que invitaba a saltar (dentro de los límites establecidos), fue la canción perfecta para abrir la noche.

“Miren lo que es esto, muchas gracias. No voy a parar de agradecer toda la noche” declaró Facundo al tiempo que sonaban los primeros acordes de ‘La Inmensidad’. El frontman parecía estar impresionado por la magnitud del público: la multitud se extendía hacia el fondo del predio y se perdía en la oscuridad de la noche. 

Nadie podría haber anticipado quiénes serían los invitados. Es por esto que, cuando a mitad de ‘Año Nuevo’ Facundo se voltea hacia un lado del escenario e invita a alguien a subir, el público estalló en aplausos: acababa de aparecer en escena Joaquín Vítola, vocalista de Indios. Con la soltura que lo caracteriza cantó a dúo el resto del tema, al tiempo que se movía por el escenario y bailaba al ritmo de la música. “Qué hombre”, declaró el frontman, al tiempo que el invitado salía del escenario. 

La participación de Ca7riel fue tan inesperada como fugaz

Esmeralda Escalante, parte de Ainda Dúo, acompañó a la banda en una hermosa performance de ‘Película’. La dulzura de su voz acompañó perfectamente la guitarra acústica de Facundo, al tiempo que los envolvía una luz color magenta (una posible referencia a la portada del track). 

La performance de las ‘Las Voces’ resaltó gracias a la participación del público: los presentes habían cantado tanto que, una vez terminado el tema, Facundo pidió que lo repitan. Y, acappella, todos se unieron el estribillo un par de veces más. 

‘Pensarlo de Nuevo’ (track que cuenta con la participación de Goyo Degano en su versión original) fue la prueba definitiva que demostró a todos la capacidad vocal de Facundo. Y, como si eso fuera poco, Ca7riel fue invitado a subir al escenario. Armado solamente con su guitarra se robó las miradas de todos los presentes. Su participación fue tan inesperada como fugaz, ya que desapareció tras bambalinas apenas terminó la canción. 

‘La Declaración’ fue la canción elegida para cerrar el show. A viva voz todos los presentes cantaron una versión bastante extendida del estribillo, mientras los invitados (guiados por Joaquín) se subían al escenario y bailaban abrazados. 

La calidad interpretativa y compositiva de la banda, la intensidad de la audiencia, los excelentes visuales y el genial liderazgo de Facundo como frontman provocaron una combinación explosiva. No hay dudas de que el grupo cosechará grandes éxitos en el futuro, y no sería una sorpresa volver a ver a muchos de los miembros del público en próximos shows. Fue una performance increíble, pero todos nos quedamos con ganas de más. Y ese quizás sea el mejor cumplido. 

*El evento contó con la producción de B17 Producciones.

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