La fama, el éxito y el dinero muchas veces son factores deseados por gran parte de la humanidad, pero pocos son capaces de manejarlos. Generalmente, las personas suelen ser modificadas por estos condimentos tan valorados como efímeros en la realidad verdadera de todos los días. Hay un grupo de la Ciudad de La Plata que, a su manera, está conviviendo desde hace unos años con estas tres bolas de fuego incandescentes que requieren mucho desarrollo y humildad para ser tenidas en cuenta como lo que son: un medio y no un fin: Él Mató a un Policía Motorizado nació en 2003 sin imaginar cosas como ser tapa de revistas top de Argentina o girar por Europa y Estados Unidos, pero lo son, y lo hacen muy bien.
Es hora de buscar lo esencial: ahí está la receta del verdadero éxito, ese que llena el interior y mantiene los pies en la tierra. Luego del histórico recital en Tecnópolis en 2018, nuevamente demostraron que las raíces y la forma de ser de Santiago Ariel Barrionuevo, Doctora Muerte, Pantro Puto, Niño Elefante y Chatrán Chatrán siguen evolucionando pero mantienen, a la vez, el ADN independiente y de perfil bajo intactos.
Tras más de 12 meses sin pisar la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los platenses regresaron a tierras porteñas para tocar en Teatro Vorterix, situación que repitieron el viernes 17 y sábado 18. Y no estamos hablando de cualquier lugar: considerado como el punto culminante en su consagración como reyes del indie-rock, la casa de Mario Pergolini es un templo para Él Mató: hasta podríamos decir que es un boliche hecho a su medida.
‘La noche eterna’ comenzó con la hipnosis que genera ‘El Magnetismo’ propuesto por EMUPM. Santi usó su bajo como una ametralladora y alcanzó a la muchedumbre. ‘Las luces’ que emergen del escenario componían un manto azul y rojo que destilaba fuego y libertad en un jueves de otoño con aire primaveral. ‘Nuevos discos, nuevas drogas’ resumió, en gran parte, la identidad motorizada: repetición y distorsión constante.
La Síntesis O’ Konor (2017), último larga duración, refleja el final del apocalipsis. Estamos en la etapa de la reconstrucción socio-cultural y, más allá de los vientos y la turbulencia, el amor y la igualdad prevalecerán. La música y las letras en este trabajo dan cuenta de esta explicación, ya que ‘El tesoro’ y ‘El mundo extraño’ son las banderas de esa búsqueda del sentido más sincero y arriesgado: el de entregarse al otro, aún cargando con defectos y miedos ancestrales. Es tiempo de dejarse de mirar el propio ombligo y ver que también hay personas alrededor.
‘Yoni B’, ‘Excalibur’ y ‘El fuego que hemos construido’ aportaron a la causa llamada autenticidad motorizada, mientras que la infaltable y adictiva ‘Chica de oro’ ‘significó el clímax más sentido de la velada. ‘Más o menos bien’, el quinteto bonaerense ejecutó ‘Mi próximo movimiento´ y convirtió a Vorterix en una olla a presión incandescente con ‘Prenderte Fuego’.
No hacía falta nafta ni leña para el carbón: a veces menos es más y desde la simpleza se puede penetrar más profundo en las fibras humanas. Por más que cueste 15 años y recorrer las rutas de todo el país (y del mundo), la dinastía de Él Mató a un Policía Motorizado reinará por varios siglos.