Después de tanto sufrir, había que celebrar a lo grande. El desembarco de Él Mató a un Policía Motorizado en Obras Sanitarias fue una más de las tantas prolongaciones de los festejos por la obtención de la Copa del Mundo por parte de la Selección Nacional. Se sabía que algún homenaje iban a hacer los platenses, en paralelo a su habitual indie-rock.
Antes de que sonara ‘El Magnetismo’, se proyectó en la pantalla grande el último penal, el de Gonzalo Montiel. Fue el primero de varios guiños hacia los héroes de la pelota. Con un calor insoportable y algunos desmayos en el campo y la popular, el show transcurrió con mayoría de temas de sus dos últimos discos, La Dinastía Scorpio (2012) y La Síntesis O’Konor (2017).
Más de 120 minutos duró la velada, lo mismo que las infartantes definiciones contra Holanda y Francia. Como la bocha va siempre al 10, ‘Alguien que lo merece’ fue dedicada a Lionel Messi, el guerrero de mil batallas que construyó un fuego sagrado con sus gambetas interminables. Di María y Otamendi también tuvieron su momento en ‘El Tesoro’ y ‘Ahora imagino cosas’.
‘Tantas cosas buenas’ tuvo su debut absoluto y describe a la perfección la fusión entre todo lo genial que nos dieron los jugadores y los músicos. En la fiesta que nos prometieron, en Catar y cualquiera que sea el próximo movimiento que realicen.