EL DÍA QUE APAGARON LA LUZ: UN RELATO PARA NO OLVIDAR

El hecho que marcó el fin de la inocencia para toda una generación

Camila Fabbri es una escritora y actriz argentina que, en El Día Que Apagaron La Luz (2019), logra sumergirnos en la escena juvenil de principios de los 2000: flequillos de costado, pelo desmechado, foros, blogs y mucho rock nacional. La vida de esta autora dio un vuelco cuando presenció uno de los tres shows que Callejeros dio en República Cromañón, a fines de 2004.

Sin importar cuántos conocimientos pueda tener uno sobre la tragedia del 30 de diciembre de ese año, la lectura de este relato es un viaje fidedigno al pasado. A su vez, Fabbri nos remonta a un presente en el que los sobrevivientes deben convivir con vestigios de lo que sucedió ese jueves por la noche.

“AL LEERLO, SOLTAMOS LÁGRIMAS EN MÁS DE UN CAPÍTULO DEL LIBRO, YA QUE REVIVIMOS ESA NOCHE A TRAVÉS DE LA VOZ DE SUS PROTAGONISTAS”

 

Esta novela de no ficción recopila testimonios, tanto de testigos como de allegados a las víctimas. Por otro lado, la escritora reconstruye los hechos a partir de su propia voz y su visión del incidente. Entre sus páginas podemos entrever un híbrido entre la narrativa, la crónica y el periodismo de investigación. Esta estructura, sumada a las distintas voces que la componen, permite que los lectores conozcamos distintas perspectivas de un mismo acontecimiento.

Leer el libro de Camila Fabbri equivale a soltar lágrimas en más de un capítulo. La obra nos invita a ponernos en la piel de sus protagonistas y sentir lo que ellos vivenciaron durante su juventud. Al leerlo, revivimos esa noche a través de la voz de todos los que componen el relato: sus testimonios suenan fuerte en nosotros y nos empujan a rememorar lo ocurrido antes, durante y después de la tragedia.

Gracias a sus páginas, hoy podemos conocer cómo coexisten los sobrevivientes y familiares de las víctimas con esta realidad que los atraviesa. La novelista indaga profundamente acerca de ese día en el que, para toda una generación, se rompió la inocencia: cientos de jóvenes se vieron cara a cara con la muerte. La autora nos brinda una narración cruda, fiel y, sobre todo, necesaria. Hay que reconstruir el pasado, por más duro que sea, para no repetir los errores cometidos en ese entonces.

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