EL CÁLIDO REGRESO SORPRESA DE LANY

Un show en el Teatro Vorterix que se sintió como estar en casa

Con tan solo semanas de anticipación y poca publicidad, el show de LANY en el Teatro Vorterix fue un espacio cálido dedicado a sus seguidores más atentos. Después de su primera visita en Lollapalooza 2019, el dúo conformado por Paul Jason Klein y Jake Goss tuvo su primera fecha como headliner en el país. El ingreso fue ordenado, llenando el venue con tranquilidad pero consistente. Los encargados de calentar el teatro fueron SER, con un set animado que hizo saltar a muchos entre la audiencia.

La banda entra y se posiciona para comenzar con ‘get away’, la cual Klein empieza saltando y cantando al borde del escenario. Los coreos argentinos sólo se intensificaron en ‘Thick and Thin’, en la que el cantante reflejaba la energía del público agitando una camiseta de la selección que recibió en el primer tema. Pocos minutos duró el look minuciosamente curado por el artista, y para ‘Super Far’ se cambió en el momento la remera de manga larga rayada por la celeste y blanca. Arranca ‘cowboy in LA’ con una guitarra negra encima y descansa, por lo menos por un rato, de las emociones muy intensas. 

‘never mind, let’s break up’, ‘heart won’t let me’ y ‘Hurts’ mantuvieron las interacciones con el público al máximo, con mucho contacto visual con la gente y las cámaras que se levantaban  para documentar el evento. “Suenan tan bien, Buenos Aires! Tan bien…”, soltaba Paul entre estrofas. Después de ‘13’ el show tuvo una pausa inesperada por el famoso “olé olé olé, LANY” y todos los músicos frenaron a escuchar. Mientras, Klein se sacaba los in-ear del monitoreo y saltaba, festejando como en una cancha de fútbol, para después llevarse las manos a la cara, absolutamente incrédulo.

 

“Buenos Aires tienen mi corazón, esta noche fue muy especial. Nos vemos el próximo año”

 

Las luces jugaron un rol muy importante en canciones como ‘pink skies’, donde el escenario entero se tiñó de rosa, o en aquellos momentos como ‘ex i never had’ donde el vocalista se sienta en el teclado y todos los focos apuntan a él. Aún así, fue muy oscuro en momentos, escuchando fanáticos comentar que “casi no se le veía la cara”. El momento más iluminado de frente fue en ‘Hericane’, donde los flashes de todos los celulares encendidos en simultáneo hacían contraste con el rojo sólido a contraluz del fondo. Esta contó también con un outro emocional de ‘i still talk to jesus’.

El primer momento de compresión que se vio en las personas que estaban adelante fue cuando el frontman se subió a la valla en ‘If You See Her’ y todos se apretaron para intentar agarrarle la mano. El amontonamiento no volvió a la normalidad cuando Klein vuelve al escenario pero así y todo había espacio para saltar cómodo en ‘dancing in the kitchen’ o, como la cantó él, “bailando en la cocina”. ‘Thru These Tears’ y ‘Malibu Nights’ las tocaron enganchadas, llevando a varios a las lágrimas con el clima de la segunda. El regreso para el encore fue ‘you!’, al que presentó diciendo “esta canción trata sobre ustedes”. El final fue una fiesta con ‘ILYSB’, su «hitazo» infaltable. Pocas horas después de finalizar el show Paul Klein llevó su agradecimiento también a Twitter, donde escribió “Buenos Aires tienen mi corazón, esta noche fue muy especial. Nos vemos el próximo año”

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