Fotos por Emi Castro / @mecp.h
Antes de hablar del tercer show del saxofonista Kamasi Washington en Buenos Aires, hay que hablar del elefante en la habitación: la convocatoria no acompañó masivamente al estadounidense en su vuelta al Complejo C Art Media. Había la mitad de gente que la que se acercó al mismo venue hace 3 años y llenó la sala. Sin embargo, este no sería un factor que trascendiera en el show. La presentación de su último trabajo, Fearless Movement (2024), fue una abrumadora descarga de música, una explosión sonora y uno de los puntos altos del año en materia recitalera.
No se puede hablar de un show de jazz sin hablar de la banda: una formación de ocho músicos entre los que se destaca a Rickey Washington. padre de Kamasi y encargado de acompañarlo en el saxo soprano y la flauta; DJ Battlecat en las bandejas, que juegan un rol clave en el nuevo show; Patrice Quinn como cantante; y Dontae Winslow en la trompeta. Una alineación completa que funciona muy bien en vivo.
Durante el show, que arrancó con ‘Street Fighter Mass’, los aplausos fueron repartidos entre todos los músicos en escena; grandes solos le dieron protagonismo a cada uno y, al mismo tiempo, los ensambles finales de cada pieza consiguieron el clamor colectivo.
Asistir a un show de Kamasi es una masterclass sobre la universalidad de la música; una oportunidad de ver una interpretación del jazz que nos enseña sobre él. Esta vez, comparándolo con aquel show del 2022, el lado hiphopero de Kamasi, que tanto resalta en su último disco, está más presente que nunca. Lo analógico dialoga con lo digital, y la presencia de Battlecat le da un color especial al show.
Así como ‘Street Fighter Mass’ es un homenaje a la pasión de Kamasi por los videojuegos. ‘Vortex’, que llegó en la segunda mitad, representa otra de sus grandes pasiones: el anime. De hecho, la canción es parte de la banda sonora de Lazarus (2025), el último show del reconocido director del género Shinichirō Watanabe. Durante la presentación. los scratches de Battlecat transmitían su afinidad al Hip hop, y mientras su banda brillaba se notaba en la mirada de Kamasi la pasión que siente por la música.
“La música nos une”, dijo emocionado, y se despidió con un “Te amo, te amo, te amo” después de una reversión de ‘Prologue’ de Astor Piazzolla que nos dibujó una sonrisa en el rostro, que prontamente se borraría ante la incertidumbre de una próxima visita.