Fotos por Emi Castro / @mecp.h
Históricamente, el Festival Buena Vibra ha sido el epicentro de la cultura alternativa local actual. Este año además tenía un componente especial: el regreso a los escenarios por única noche de llya Kuryaki & The Valderramas, el dúo formado por Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur. Sin lugar a dudas, se palpitaba la ansiedad entre todos los presentes.
La tarde comenzó con la presentación de 1915. Clásicos de la banda como ‘Fuera de Lugar’ o ‘Policía’ fueron incluidos en el setlist que también contó a una participación de Blair en una de las canciones. A continuación, Juana Molina también nos dio un show excelente: la oscuridad que proponen sus canciones y esa fusión de rock con electrónica provocaron que, muy rápido, la gente comience a bailar.
Alex Anwandter trajo un pop desenfrenado al escenario. Alguien entre el público mencionó el parecido de su sonido con el de Miranda!, y si bien no puedo estar más que de acuerdo, también siento que el mensaje de su música es diferente. Más político, más revolucionario. El álbum Latinoamericana (2018) es un claro ejemplo de esto: un disco que aborda temáticas sociales y de género. En medio de su setlist, Alex presentó una de las canciones afirmando que como latinoamericanos nos unen muchas cosas, y que ese tema se lo dedicaba a la lucha contra los fascistas.
El regreso a los escenarios de Indios el año pasado nos tomó a todos por sorpresa, y no podían faltar en el escenario del Buena Vibra. Canciones como ‘Tu Geografía’, ‘El Sol Ya Estaba Ahí’ o ‘Jullie’ son ya clásicos en el imaginario indie local. La banda invitó a Zoe Gotusso para ‘Ya Pasó’, en una versión que replica la que hicieron para Youtube Music Sessions hace un tiempo.
Dos shows, aparte de IKV, fueron los puntos más altos de la noche: el funk de Militantes del Climax y el rock de Marilina Bertoldi. El aura de religiosidad que acompaña a la primera banda ya es historia conocida: simbiosis perfecta entre todos los músicos, teatralidad y muchísimo baile entre el público fueron los componentes principales de una presentación perfecta. Marilina Bertoldi, por su parte, se presentó en formato dúo set por última vez. El trabajo que hizo con sus canciones es increíble: las distorsionó por completo, provocando que se sientan como canciones totalmente nuevas. Contrario a lo que se podría pensar, mantuvo la misma intensidad que tiene con la banda, aún estando solo con una batería. Unos grafitis burlándose de Elon Musk y Javier Milei en las visuales en el medio de la canción ‘O No?’ y el anuncio del lanzamiento de un nuevo disco en 2025 provocaron que la gente no deje de gritar.
La noche siguió con el indie clásico de Bandalos Chinos y la puesta mega teatral de Louta, quien invitó a Marilina Bertoldi para ‘UACHO’ y a Zoe Gotusso para ‘AYER TE VI’.
Se sentía en el aire que cada vez faltaba menos para ver a llya Kuryaki & The Valderramas, y cuando finalmente llegó el momento ya era casi imposible moverse entre el público. La gente se había compactado en una masa sólida a lo largo y ancho del predio. Con unas visuales de fondo graficando un amanecer imponente aparecieron en el escenario al ritmo de ‘Expedición al Klama Hama’. La euforia era total, y no disminuyó en ningún momento, aún cuando tuvieron que interrumpir ese primer tema por un pequeño inconveniente con el sonido. Con profesionalismo, se rieron y continuaron dando una presentación perfecta.
Temas como ‘Helicópteros’ o los incluidos en el excelente disco Chaco (1995), fueron los más ovacionados. "Estamos muy felices de estar en esta única noche. Gracias por estar, los queremos", afirmó Dante. El regreso fue sólido y efímero, aunque hay quienes creen que, al igual que pasó con Tan Bionica, no se tratará solo de una noche. Esperemos que tengan razón.
El Festival cerró sus puertas con el show de Cindy Cats, una jam de multi instrumentalistas que desde hace varios años viene redefiniendo la manera de hacer música: tocan principalmente covers e invitan a muchos artistas al vivo. En esta ocasión, Soui Uno, An Espil, Abril Olivera y raperos como JAZE fueron los invitados.
Sin lugar a dudas, más allá del increíble regreso de IKV, fue un festival excelente, consolidándose una vez más como la mejor propuesta para los amantes del indie local.