DEMOLIENDO EL COMPLEJO C CON PECES RAROS

Un nicho cada vez más grande

El reloj, impaciente. El complejo C, lleno. Solo una cegadora luz roja brillaba en el escenario. Un eco olvidado en el fondo de un parlante comenzó a inflarse. Lo extraño estaba por comenzar.

Peces Raros, cargados de cuerdas y sintetizadores, salieron al escenario a darlo todo. La gira por festivales sienta bien, pero nada como volver a casa para escuchar a esos locos coreando el riff de ‘No Van a Parar’.

La imprevisibilidad mántrica de la electrónica y los solos de guitarra se combinaron como demoliciones controladas en ‘Cicuta’, ‘Barrio Adentro’ y ‘Clericó’. En cada beat, el mundo y sus luces se tornaban rojas, blancas o azules, escondiendo a los protagonistas tras un denso humo.

Con una presentación de poco menos de 2 horas y solo 3 pausas; todo empieza, pero nunca sabemos cuándo termina. Los loops de cuerdas de una canción, se cruzaron con los sintetizadores y golpes de otra, así como esperamos cada vez más peces se crucen con raros.

Crónica por Dante Malaspina

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