DAMIANO DAVID, DEL ÉXITO MUNDIAL A LA REINVENCIÓN

Una noche para soltar el pasado y cantar con el corazón abierto

Damiano David se presentó en C Art Media de Buenos Aires para mostrar en vivo su primer disco solista, lanzado en mayo tras cerrar su etapa con Måneskin. Y si algo quedó claro desde el arranque, es que el italiano ya no es solo ese frontman salvaje del rock europeo: ahora es un artista que explora nuevas formas, nuevos sonidos y, sobre todo, nuevas formas de conectar.

En un contexto en el que cada vez más artistas internacionales se dejan conquistar por la calidez argentina, Damiano no fue la excepción. Durante todo el show tiró frases en español, se rió de sí mismo y usó más de una vez expresiones como “dale loco” o “dale boludo”, ganándose al público desde la cercanía. Se lo notó relajado, carismático y muy presente.

El concierto se dividió en tres bloques musicales bien marcados. Hubo lugar para baladas que el público coreó a todo pulmón, para temas pop súper bailables como ‘Born with a Broken Heart’, y para momentos de rock intenso, con guitarras al frente y la voz de Damiano al límite. También se animó a cantar covers: ‘Sex on Fire’ de Kings of Leon y ‘Nothing Breaks Like a Heart’ de Miley Cyrus, ambos recibidos con una ovación.

Entre canción y canción, Damiano se tomó un momento para hablar. Algo que vienen contando con mucho énfasis en todos los shows de su gira es que el primer bloque del show representaba los últimos años de su vida y de su carrera: una etapa que incluyó el éxito mundial con Måneskin, giras interminables y una fama que lo hizo feliz, pero que según sus propias palabras sintió que “en algún punto algo se rompió”. Contó que cuando sintió que ya no se estaba divirtiendo, decidió parar, irse a Los Ángeles y reconectarse con lo que realmente quería hacer. De esa búsqueda nació su nuevo disco Pretty Little Fears (2025), más íntimo y honesto, y eso se nota en cada tema.

Antes de cerrar y con la casaca de Boca Juniors puesta, tuvo un momento de sinceridad con el público. A sus 26 años, dijo que todavía no tiene claro qué quiere para su futuro, ni hacia dónde va, pero que está bien con eso. Quiere dejarse llevar, seguir su corazón y disfrutar el proceso. Un mensaje simple pero potente, que nos dejó con esa idea de vivir el presente y no tenerle miedo al cambio.

El show terminó en una mezcla de euforia y emoción. Damiano se despidió con una sonrisa enorme y un “gracias, Buenos Aires” que sonó más argentino que nunca. Y si algo demostró esta noche, es que no hace falta tener todo resuelto para brillar. A veces alcanza con ser genuino y un par de “dale, boludo” para seguir adelante.

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