¿Cómo puede hacer un conjunto para lograr que convivan, en tan solo siete canciones, géneros tan disímiles como el indie, el pop, el folk y el funk? La respuesta la podemos encontrar en Heliogábalo (2020), el disco debut de Cállese Hombre Horrible, un grupo que hace de la conjunción de elementos estilísticos y artísticos su identidad.
Formada por CamaloteKid (voz), Liyo (guitarra), Pancho (bajo) y Tona (percusión), la banda litoraleña construye climas a partir de una coexistencia de géneros armoniosa y sensata. Las guitarras folk que podemos encontrar en ‘El Blues de las Transformaciones’ se complementan con el bajo funk de ‘A los Ponchazos’ y con el indie de manual que suena en ‘Cháke’ (esas benditas guitarras con delay y reverb). Por su parte, ‘Ruinas del Dolor’ parece un excelente lado B del maravilloso Inside In/Inside Out (2006) de The Kooks: guitarras acústicas y eléctricas armonizando con coros pegadizos en los estribillos, el buen gusto hecho canción.
Producido, mezclado y masterizado en la Mansión Mutante por Ignacio Molinos, el disco encuentra una identidad sonora muy valorable entre tanta heterogeneidad musical. La amalgama de los recursos de cada género se siente natural, sin esfuerzos, y el mix de estilos no es la única mezcla con la que se siente cómoda la agrupación rosarina: Heliogábalo conjuga la literatura, la música y el cine, dando como resultado el álbum ideal para los amantes de los crossovers. Además, la banda creó la Fiesta Horrible, donde en cada una de sus ediciones las intervenciones artísticas multidisciplinarias se ponen de manifiesto.
Así como Heliogábalo fue el líder más rebelde y rupturista que dirigió al Imperio romano, Cállese Hombre Horrible toma del mismo su juventud, sexualidad y escisión de las normas, tanto sociales como individuales, para priorizar ante todo un deseo: el de hacer buena música.
