CA7RIEL EN ZONA OESTE: UNA EXPERIENCIA COMPLETA

Donde el pogo y la transpiración son la regla

Hace ya dos meses CA7RIEL lanzó su segundo LP, EL DISKO (2021), demostrando un lado más maduro y creativo del artista. Recientemente se presentó en CABA, hace unas semanas en Bariloche y esta vez le tocó Haedo. El Auditorio Oeste explotaba de personas que parecían seguir el mismo código de vestimenta: flow con zapatillas y medias altas, riñoneras y cabellera de todos los colores. 

Tras una hora de espera, mientras el público conversaba entre sí y aumentaba la tensión, CA7RIEL salió como tenía que ser: arrancó con ‘MUY BIEN’, y no pasaron 10 segundos que ya la audiencia estaba amontonada y saltando con el músico. Cato lucía un chaleco abierto, pantalones tipo cargo negros, unas zapatillas Nike plateadas y, por supuesto, gafas que abarcaban la mitad de su cara.

El calor que abundaba en el espacio no parecía importar: la banda siguió el orden del disco, por lo que el bajo de ‘BAD BITCH’ ya tenía a todo el mundo saltando nuevamente. Gráficas psicodélicas y luces rojas hacían a la puesta de escena y a la música un mismo mundo complementado. Bajando un poco la energía sonora (aunque no la escénica), le procedió ‘SHIPEA2’.

En pasados espectáculos, CA7RIEL se demostró como un verdadero performer, y lo volvió a hacer el sábado en la interacción con los espectadores. Para revivir un tema viejo, introdujo ‘No Aterrizó’ de LIVRE (2018) tras decir que “a los viejitos se los respeta, y ahora vamos a tocar un tema viejito, así que me lo respetan”. Al terminar la canción, Cato expuso sus dotes musicales al tirar tremendo solo de guitarra por varios minutos. 

El ida y vuelta con el público era persistente: como antes mencionado, hacía mucho calor, y el artista no se exceptuaba de su sufrimiento (menos con los saltos). “Qué calor, la puta madre”. Un espectador empezó el coro del tema ‘Qué Calor’ de Pibes Chorros, CA7RIEL se copó y se la siguió, y la banda lo acompañó en la base. 

Luego de aquel intervalo, siguió con ‘U.U’, tema en el que la pianista se destacó con un solo en el final. Hizo una mención especial al “amor de su vida”, Paco Amoroso para el siguiente tema que pidió que “todos cantaran”: ‘OUKE’. 

Desde multiinstrumentista hasta performer, el artista sabe mantener a una audiencia cantando y saltando por horas

Tras ese throwback, la banda retomó el orden de EL DISKO y volvieron con ‘Donde Tai’, tornando el ambiente eléctrico a uno más melancólico. Pero no duraría mucho, porque volvió con toda para ‘SIN SUBLOW’ y para ‘KEYHOLE’, convirtiendo al auditorio en lo más parecido a una tribuna de un partido de fútbol. 

Con un clima sensual y rojo (literalmente por las luces), siguió con ‘Chanel Maconha’ y después ‘SOUVENIR’, con la colaboración de Anita B Queen en los coros, quien recibió muchísimos aplausos al principio y al final del tema. Manos y flashes se movían de lado a lado. Respetando el seguimiento R&B del disco, se empezó a escuchar ‘Nunca Me Atiende :(‘, en el que Cato volvió a lucirse como guitarrista en un solo que volvió a levantar la vibra, entonces aprovechó para volver a ese entorno con ‘POLVO’. 

Entre varios temas, se tiraban botellas de agua a los oyentes, y después de un rato el mismo CA7RIEL se lanzó al pogo. La gente ya se encontraba con el torso desnudo, pero nada los paraba para seguir gritando y saltando. El show estaba llegando a su fin y, como era de esperar, pidieron una última canción al canto de “una más, y no jodemos más”, y los sorprendió con una regresión interpretando ‘Terrible Kiko’ de su primer EP, POVRE (2018). 

CA7RIEL no deja de sorprender, aunque todos conozcamos su talento: desde multiinstrumentista hasta performer, el artista sabe mantener a una audiencia por horas gritando a pulmón las letras de sus canciones y saltando incluso cuando las rodillas no pueden más. Los shows del Cato no son solo un espectáculo, sino que son una experiencia completa de muchos sentimientos y buena onda entre el público.

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