Taylor Swift no es de la era de las redes. No la llevó a la fama TikTok, ni siquiera Instagram. No fue por un contenido viral, o un podcast famoso. No fue por un influencer que empezó a hablar de ella. Lanzó su primer álbum en el 2006, cuando el Sony Walkman era el celular del momento y el BlackBerry todavía era relevante.
Diecisiete años después, Taylor no solo sigue siendo uno de los nombres más importantes en el pop mundial, sino en la música en general. Se puede decir que todos, casi con certeza, no podemos resistirnos a tararear una canción de Taylor Swiftcuando suena.
Finalmente, en noviembre de 2023, Taylor pisó suelo Argentino con The Eras Tour. Tal y como su nombre lo indica, el tour mundial de la artista celebra todos los álbumes de su carrera. Con un promedio de entre tres y cuatro canciones por disco, el show de más de tres horas de duración es una oda a la evolución musical de la estadounidense, y una celebración de puro goce para las swifties.
Su presentación en el Estadio Monumental nos deja tres claves que explican el fenómeno mundial conocido como Taylor Swift:
1: Una Artista (En Mayúscula)
El show demuestra algo que ya era más que claro: es una artista con mayúscula, con todas las letras.
No solamente su despliegue escénico es impactante, con un séquito de bailarines y una escenografía variable para cada álbum (shout out para la cabaña de folklore, la mejor de todas: “así que trajimos la cabaña folklore a Argentina, ¿no que sí?”); sino los cambios de vestuario de la artista y de sus bailarines para cada era, en paletas de colores características y con detalles de brillos por todos lados.
La presencia escénica de Taylor es impactante, más allá de su quizá escaso talento para bailar (talento del cual ella misma se ríe en ‘Shake It Off’): domina cada segundo de cada canción y está atenta a cada cosa que ocurre. También se toma los errores con gracia, como cuando erró la tecla en el piano y, en lugar de desesperar, miró al público y con una sonrisa cómplice comentó: “ustedes pensaban que estaban acá para ver una profesional, ¿eh?”.
Queda claro en su forma de dar el espectáculo que es una artista cuyo ultimate goal no es “ganar plata”, “ser famosa” o “las drogas y el rock and roll”. Ser artista es su trabajo en el mejor sentido de la palabra, una pasión, algo que la hace ser quien es.
Aunque similares en términos de hilo conductor, cada noche tiene su encanto: podemos estar de acuerdo que el “ni en pedo” del bailarín tras “we’re never getting back together, like…” fue épico y que en la segunda noche un mash up de ‘Out Of The Woods’ y ‘Is It Over Now?’ fue el momento del desmayo.
LA CARA QUE HIZO ANTES DE EMPEZAR CON OOTW ELLA SABIA QUE NOS IBA A DESTRUIR LA VIDA AAAAAAAAAAAA QUEDE ARRUINADA @taylornation13 #TheErasTourArgentina pic.twitter.com/mV5CgGeWwk
— may is all too unwell (@mayruugh_) November 12, 2023
2: Un Show Para Fans, No Para Instagram
2023 fue un año que, entre sus detalles a destacar, vio los shows de muchísimos artistas poblados de una invasión de celulares; como fue el caso de The Weeknd. Pantallas arriba con la cámara grabando casi la totalidad del recital. Sin entrar en la discusión de si está bien o mal, es una realidad que disfrutar un show desde una pantalla de celular ajena es una experiencia que se está normalizando.
Sin embargo, así como pasó en Tan Biónica, en River destacaron las pocas pantallas bloqueando la vista. Sí, siempre se alza el celular para grabar un tema favorito, para sacarle fotos cuando se acerca o para grabar un poco de lo que está pasando, pero en su mayoría, las personas que están en campo están ahí cantando.
Grupos de amigas haciendo una ronda, agarradas de la mano y sin siquiera mirar el escenario, cantando ‘august’ a todo volumen, amigos abrazados saltando cuando suena ‘Shake it Off’ e incluso una familia con los brazos entrelazados moviéndose al compás de la música… El show es incluso para quienes no pudieron adquirir entradas: la multitud esperando por fuera de River, cantando las canciones aún sin verla, son prueba de ello.
La experiencia del show se vive en su totalidad. Y no es que filmar signifique ser menos fan o mejor fan, sino que el hecho de no estar filmando para estar agarrada de la mano de tu amiga cantando con los ojos cerrados indica una sola cosa: quienes están en River esperaron años para estar donde están, y no hay nada más importante que sentir que estás ahí.
Y eso está buenísimo.
estaba re del orto porque no conseguí entradas y la energía de HERMANAS que había afuera de River me curo xdios las amo 😭😭#TheErasTourArgentina pic.twitter.com/wO2oDkgPCN
— Messi t amo (@JUGERXX) November 12, 2023
3: Letras que nos hablan a todos
Y cuando es a todos, me refiero a todos.
Si bien es cierto que, como Taylor misma dijo “todas mis canciones hablan sobre mi vida”, y parece que nadie con una vida normal puede tener ni remotamente una pizca en común con una artista americana multimillonaria, el poder reside en que ella, a diferencia de muchos otros artistas, habla desde un lugar que interpela a cualquiera.
No son letras grandilocuentes, no tienen metáforas poéticas o son letras dignas de un premio de literatura. Son letras comunes que hablan de cosas comunes que nos hacen sentir a todos un raro cosquilleo en el estómago mientras pensamos “¡ay, sí, tal cual!”
Rupturas, desamores, engaños, alegrías, amor verdadero; todas cosas que alguna vez en la vida, alguna vez, todos pasamos. Y algo tan sencillo como “But you keep my old scarf from that very first week / 'Cause it reminds you of innocence / And it smells like me” se transforma en una memoria compartida cuando pensamos que alguna vez quizá nos quedamos con la ropa de alguien que nos gustaba porque olía a esa persona.
Las letras de Taylor podrán ser sobre su vida, pero esa vida se traspola a una memoria colectiva que recuerda, llora y atesora las mismas cosas.
And I can still see it all in my mind.#TheErasTourArgentina #BuenosAiresTSTheErasTour pic.twitter.com/j7kCRXChOZ
— joe (Taylor's Version) (@jarbarroso) November 12, 2023
La primera pisada de Taylor en suelo Argentino quedará en la memoria de miles de fans y no tan fans. Con una noche reprogramada por una tormenta de verano que no dio tregua, millones de fans en lágrimas y más de cien millones de friendship bracelets intercambiados, queda claro que para ser relevante durante décadas hay que lograr tres cosas clave: hacer las cosas con pasión, generar una comunidad y lograr conexiones reales con quién te está mirando.
Gracias, Taylor. Espero nos veamos otra vez.
(Una nota aparte requiere LOUTA, que pasó de tocar en una plaza a abrirle a la artista más grande del momento. ¿Podemos darle un aplauso de pie?)