Una banda tributo siempre genera opiniones divididas, incertidumbre e incluso burla. Con ese difícil prejuicio, hacer una carrera sólida y duradera tiene un mérito especial, que sin importar cualquier opinión, es muy reconocible. Para sus veinte años, Ummagumma, banda que rinde honor a Pink Floyd, brindó una cena show que los dejó hacer Wish You Were Here (1975) en su totalidad y después repasar otros de los más celebrados temas del conjunto británico.
El lugar elegido fue la Sala Siranush, en un horario temprano, fiel al espíritu de cena. La gente llegaba de a poco, se ubicaba en sus mesas a lo largo del salón, que era igual a un teatro sin butacas, y elegía con qué acompañaría el show. Un poco antes de las 22:00, el grupo salió a escena. Como estaba previsto, el noveno trabajo de Pink Floyd fue interpretado completo y en orden. El tecladista y vocalista, Jorge Marchini, alternaba entre quedarse en el fondo con su instrumento o pasar al frente y ser el centro de atención cuando estaba libre de manos, lo que le daba aires distintos a los momentos clave del disco. La interpretación del tema homónimo empezó un poco deslucida y sonaba rota, (quizás por el comienzo con pista) pero eventualmente se acomodó y emocionó a los presentes. De fondo había visuales originales de los videoclips del disco, que ayudaban a entrar en contexto y una máquina tiró humo en ‘Welcome to the machine’, aprovechando otros recursos que sumaban a la experiencia. La extensa segunda parte de ‘Shine On You Crazy Diamond’ fue un momento clave en el show, donde los miembros de Ummagumma pudieron mostrar sus aptitudes y dejar en claro por qué llevan tanto tiempo en esto.
La segunda parte del show —sin interludio, como uno podría esperar— estuvo compuesta por temas de toda la carrera de Pink Floyd. “Ahora vamos dos años más adelante” dijo el cantante antes de hacer ‘Sheeps’ de Animals (1977). Este tema dejó ver que la última mitad tendría todos los clásicos infaltables, pero también algunos temas un poco más rebuscados, como ‘Corporal Clegg’ o ‘Nobody Home’. Esta vez las visuales venían en buena parte de la película The Wall. Las coristas tuvieron su espacio para ganarse los aplausos en ‘The Great Gig In The Sky’, mientras que ‘Another Brick Part 2’ destacó como otro punto alto de la noche. Todos los efectos y samples que avisaban que venían temas como ‘Time’ o ‘Money’ servían para volver a emocionar al público, que no dudaba en dejar ver su entusiasmo Después de unas palabras de agradecimiento post ‘Brain Damage’ y un breve encore, el final de las casi dos horas y media de show vino de la mano de ‘Comfortably Numb’ y ‘Run Like Hell’.
Con este show se vivió una doble celebración: la de la carrera de Ummagumma y, en un plano más grande, la de Floyd. El contexto para este tipo de recital era ideal, y dejó una linda noche, en familia para unos, en pareja para otros o incluso en solitario para los más devotos. El poder reinterpretar temas ajenos es una tarea complicada que pocos pueden jactarse de hacer bien, y en esta ocasión lo que se vio por parte de la banda habla por sí solo.