Bizarrap es un personaje que no necesita presentación dentro de la movida de hip hop local. Gonzalo Conde, de 21 años, es el productor más solicitado de los últimos años, y a su corta edad ha logrado apropiarse de un sonido que todos buscan, logrando así que su presencia sea casi una garantía de cierto estándar de calidad. Su personaje, siempre con gafas, gorra y campera, es una insignia de la escena argentina y de la revolución musical que se viene llevando a cabo en el país desde hace algunos años ya.
Empezó su carrera haciendo videos recopilatorios graciosos de momentos destacados en batallas de gallos, y así fue como su nombre comenzó a sonar dentro de la escena. Con la expansión de la movida, fue conociendo y colaborando con más artistas que hoy en día están consagrados. El primer gol importante que anotó fue el remix de ‘No Vendo Trap’ de Duki, en 2017. De a poco, se ganó la confianza de otros pares y eventualmente se convirtió en el pibe que define el sonido de la escena.
Con el tiempo, su nombre empezó a trascender al de un simple productor. Eventualmente creó una serie de sesiones en las que invitaba a artistas a rapear sobre sus pistas, tanto temas como improvisaciones. La primera de estas se publicó el 17 de noviembre de 2018 y participó Kódigo. Al momento de publicarse esta nota hay 33 sesiones, sin contar la #23 que misteriosamente nunca salió.
La octava Music Session presenta un beat poco original, un flow poco inspirador y letras genéricas y repetidas. La voz de Zanto es desaprovechada y si bien el hook podría ser rescatable, todo lo que acontece antes del mismo impide que lleguemos a dicho punto con expectativas.
En la sesión más reciente, Khea rapea sobre un beat cuyos elementos se sienten muy forzados, y las barras que aporta, cargadas de romanticismo y nostalgia, no logran conectar con el oyente.
Todos los elementos de la instrumental opacan a Lalo, quien no logra encontrarle la vuelta para poder fluir naturalmente. Por otro lado, su voz se siente un poco forzada a ratos, al nivel de ser molesta.
Esta sesión puso en evidencia lo mucho que le falta a Kiddo Toto para poder competir en las grandes ligas. No puede darle un toque épico de rapeo a un muy buen beat porque no tiene los recursos para hacerlo, y la letra tampoco compensa esa falta de musicalidad.
Una entrega con gusto a poco en la que ni Seven destaca particularmente, ni el beat logra despertar algo en el oyente.
En la décima Music Session, Frijo trae un interesante flow pero no logra ir más allá de una escucha decente. El abuso del autotune le quita lo especial del recurso.
Si bien Biza logra entender qué sonido debe proporcionarle a Louta para que se sienta cómodo, este último solo logra destacar al comienzo de la sesión y eventualmente uno pierde el interés.
El delivery de John C es lo más destacable de esta sesión, en la que la letra deja mucho que desear y el beat cae en ser genérico. Con esta sesión se empiezan a notar los lugares comunes de los beats de BZRP.
Probablemente el invitado más desperdiciado de todos. Si bien la sesión en sí no es mala (tampoco nada descomunal), el hecho de que Biza no haya elegido una base más rápida sobre la que Kodi pueda desplegar sus dotes en el doble tempo deja un sabor agridulce.
La voz y flow de Peke son muy característicos. Agarra el beat bien y aprovecha los espacios de este de manera admirable. El hook es intenso y pegadizo pero sigue sin ser algo que invite a volver.
Es una sesión interesante, pero el problema recae en que la antecede una Freestyle Session que hace que esta se sienta pinchada. Ecko sabe fluir muy bien las bases pero no aprovecha del todo sus puntos fuertes como rapero.
Este es otro ejemplo de un beat muy «a lo Biza», pero al cual el invitado logra sacarle el jugo. Sin un flow muy ostentoso, Luchito logra hacer que el oyente se interese con sus versos.
El rapero neuquino transmite nostalgia sobre un beat potente, que tiene como protagonistas unas cuerdas (otro leitmotiv del Biza) que le dan el toque perfecto a lo que rapea.
La sesión del español tiene un aire fresco y distintivo de las que el resto carece. Las referencias a Buenos Aires, su flow y el delicado beat hacen de esta una de las más interesantes.
El chileno usa su voz de la mejor manera que sabe, aprovechando lo delicada que es para hacer que la sesión tenga ese toque característico que tienen sus temas.
Si bien el beat aquí no resalta por sí mismo, el rapeo de Zaramay es suficiente para sostenerla.
Una muestra de que una voz imponente, un flow propio y un par de barras fuertes son suficientes para sacar una sesión adelante.
La jujeña trae su impronta al estudio de Biza y deja una sesión tan atrevida como coqueta y pegadiza. Su voz y su habilidad para hacer un hook sencillo pero pregnante son los dos detalles a destacar.
El español es conocido por pintar universos coloridos en sus letras y por tener un flow bien marcado en el que se siente su acento canario. Esta sesión no es la excepción, Y podemos ver cómo Bejo suelta varios cambios en su entonación sobre letras tan graciosas como memorables.
La entrada al beat, el descamisado Mesita y la energía que transmite en sus versos hacen de esta una de las sesiones más accesibles. Su cambiante flow, el subidón de la instrumental y el coro son los puntos más altos.
Quizás por ser la primera no tenga el reconocimiento que se merece, pero esta sesión fue la que puso la vara que los demás deberían alcanzar. Empieza con un hook ligero, pero cuando Bhavi se pone a rapear y entra el beat, la canción despega y no termina de aterrizar en ningún momento.
Soto imparte una clase de rapeo, jugando muy bien con las terminaciones, cambios de flow y las estructuras que puede hacer. El venezolano muestra en esta sesión por qué su país es una de las escuelas más importante del rap en Latinoamérica.
La propuesta de CA7RIEL era algo a lo que los fans de BZRP no estaban acostumbrados. El flow agresivo y la locura de Cato le dan un aire de personalidad que muchas de las otras sesiones carecen haciéndola destacar.
Es uno de los mejores raperos de Argentina y en esta ocasión lo volvió a demostrar. El oriundo de La Boca fluye suelto por el beat, dando rienda suelta a sus habilidades con el micrófono y poniendo a cualquiera a sonreír con sus barras.
Probablemente uno de los mejores beats de todas las sesiones. Paco entiende muy bien la esencia de la instrumental y le da su toque personal con una letra pegajosa y sencilla pero sin caer en el conformismo. Su delivery es su insignia y esta vez no es la excepción.
No es secreto que el chileno tiene talento para escribir hits. Sin embargo, su sesión no toca tanto el pop y se mantiene en la línea del trap con un coro sencillo pero honesto, al que le preceden rapeos que invitan a mover el cuello y prestar atención a los detalles del beat.
Quizás una de las sesiones que más se ve por encima por no tratarse de un nombre grande. Sin embargo, Neutro hace los deberes y aprovecha el ambiente que instala el beat y deja uno de los coros más recordados de este proyecto. Su flow durante todo el tema va mutando de menos a más cuando la base lo exige.
Si bien Kinder tiene dos Music Sessions, se cuentan como dos lados del mismo trabajo. La primera, mucho más amigable y relajada, lo muestra sensible y con una habilidad envidiable para crear una balada urbana con aroma pop. El lado B, por su parte, es mucho más agresivo y directo.
Esta Music Session lo tiene todo: un beat letal, barras fuertes y una musicalidad digna de admirar. Aleman juega con estructuras y palabras, y aprovecha su acento y jerga mexicana para dejar una sesión adictiva como pocas.
Si hablamos de sesiones con personalidad, la de Dillom se lleva el premio. Al principio fue muy criticada, pero con el tiempo la gente empezó a encontrar el encanto en lo que propone el rapero de Buenos Aires. Su característica voz y sus irreverentes letras hacen de esta entrega una de las más memorables que han habido.
El ex competidor de FMS dejó a los amantes de las batallas con ganas de más con una sesión que bien podría ser un free en uno de sus mejores días. Sin embargo, la misma también tiene la pulcritud en sus letras que le faltan a una improvisación, y lo bien trabajado del hook nos muestra el potencial de Dani como artista. De su flow hay poco y nada que no se haya dicho, y esta vez nos deja una de sus mejores performances.
La sesión más viral de todas y la que catapultó la carrera de la artista rosarina. De Nicki se ha dicho casi todo, pero nos mostró el verdadero poder de su voz, su creatividad y originalidad, y fue la razón por la que muchos de nosotros la seguimos hoy en día. Muy aparte de su trascendencia y lo que significó para el movimiento, el tema fue uno de los hits más potentes de ese año en Argentina: el coro, el rapeo y la base se acoplan perfectamente en una armonía nunca antes vista en las BZRP Music Sessions.
La sesión perfecta. El beat es más auténtico que nunca, pero tiene ese toque propio de Biza que tanto gusta, y Homer lo rapea como los dioses. La épica en cada barra, en cada punchline y en la voz del Mero Mero le dan un aire de grandeza que simplemente la pone por encima de todas las demás. Para los amantes del rap más clásico esta sesión es un deleite total y una de las entregas mejor logradas del rapero neuquino.
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