Es muy difícil capturar la esencia de las grandes figuras de la historia, aquellas personas cuyo impacto en la cultura excede su obra, pero Martin Scorsese es uno de los pocos a la altura de dicha tarea. Fue él quien logró plasmar a la perfección a Bob Dylan en No Direction Home (2005).

La narrativa del film se centra en un periodo determinado, el cual puede parecer muy breve para justificar tres horas y media de duración, pero cuya relevancia es tan amplia que necesita de ese tiempo; desde la llegada de Dylan a Nueva York en 1961 hasta el 27 de mayo de 1966, su último show, previo a un duro accidente en motocicleta. Hay algunas excepciones, como su juventud en Minnesota, pero ese es el foco principal.

“Un detalle fundamental de la cinta es la capacidad del director de lograr que Bob Dylan haga lo que menos le gusta hacer: hablar de sí mismo”

El mayor atractivo que tiene este documental es que puede fascinar tanto a los fanáticos de Robert Allen Zimmerman, el nombre de nacimiento de Bob, como a quienes están ajenos de su obra. Aquí, el director de El lobo de Wall Street (2013) y Taxi Driver (1976) nos hace comprender el contexto en el que nace una estrella, desde la cultura popular hasta una visión casi sociológica de la época. La historia tiene una secuencia muy llevadera, partiendo del jovencito que revolucionó el folk, su transformación en la «voz de una generación», hasta lo que realmente implicó su paso al eléctrico, convirtiéndose en un «Judas» del género. 

Un detalle de la película que vale destacar es la capacidad del director de lograr que Bob Dylan haga lo que menos le gusta hacer: hablar de sí mismo. Lo verán recordando aquellos días salvajes, casi como si fuese alguien ajeno a esas anécdotas, admirando a esa promesa radiante, lleno de confianza en sí mismo, quien, sin saberlo, estaba cambiando la historia de la música. A su vez, es remarcable el uso de material de archivo, donde podemos ver diferentes filmaciones y fotografías inéditas que nos sitúan con facilidad en el lugar donde estaban ocurriendo todas estas vivencias relatadas.

El uso de entrevistas es un recurso fundamental del material, con la presencia de figuras bastante importantes como Joan Baez, Pete Seeger, Dave Van Ronk, Allen Ginsberg y su ex novia Suze Rotolo. El propio Dylan es entrevistado, pero no se involucró de ninguna otra forma en el proyecto, una posturaque se reafirma en el reciente Rolling Thunder Revue (2019), también de la mano de Scorsese.

Entren al mundo de Bob Dylan, pierdanse en su poesía y vean como este big bang voló la cabeza de todos a mediados de los años sesenta, persistiendo en la cultura popular casi seis décadas después.