Fotos por @choique__
Una escena de The O.C. Una canción de Guitar Hero o de FIFA 06. Si fuiste adolescente a finales de los 2000, probablemente hayas escuchado alguna vez una canción de Bloc Party. Eso es gracias a Silent Alarm (2005), el álbum que los definió y celebran esta noche en el Teatro Vorterix.
¿Cómo es ese disco? Intenso, desenfrenado y muy guitarrero. Así dan inicio a su show: primero con una melodía melosa como ‘So Here We Are’ y pegado a la misma, la más oscura ‘She’s Hearing Voices’. Kele Okereke, cantante y guitarrista rítmico del conjunto londinense, lleva una remera de Purple Rain de Prince y el show de luces se tiñe de violeta, haciendo juego. El hombre de 44 años lidera, agita, nos calla, pero sonríe cuando corean su nombre: su última vez en el país había sido para el Personal Fest 2008, y es evidente que los extrañamos.
Okereke es el único miembro original junto al guitarrista Russell Lissack, quien se torna protagonista en los temas más exitosos de la banda: ‘Banquet’ y ‘Helicopter’, dos auténticos riffazos que merecen estar en cualquier playlist indie 2000. Pero esta presentación no solo vive del pasado; también incluye canciones como ‘Traps’, de su último álbum Alpha Games (2022), que pone al bajista Justin Harris en primer plano. Y sí de lucirse hablamos, tenemos que hacer mención especial a Louise Bartle. Ella ocupó el lugar del baterista original Matt Tong en 2015, y la precisión que tiene es envidiable, a la altura de lo que representa Silent Alarm para la banda.
Los momentos más calientes se vivieron con ‘Song For Clay (Disappear Here)’, donde una intro tranquila dio tiempo a armar la ronda de pogo más grande de la noche, y ‘Positive Tension’, donde nuevamente Harris brilla. No obstante, no todo son ritmos sincopados. El escenario queda con él, Kele y Louise para ponerse más electrónicos, con ‘Only He Can Heal Me’, de Hymns (2016). Esto se repitió en otros momentos de la noche, con ‘Mercury’ o ‘The Love Within’, donde el mood es más de baile que de pogo descontrolado.
Para el comienzo del bis, un glockenspiel aparece junto al resto de los instrumentos. Algunos pocos reconocen de qué tema se trata: es ‘Signs’, una delicada canción sobre el duelo y la pérdida de un amor, para bajar de tanto agite. “Esta canción es para todos los que nos estuvieron esperando estos años.” Así, Okereke nos dedica ‘This Modern Love’, otra de las pistas melosas de Silent Alarm. Se despiden con ‘Ratchet’, la última grabación con la formación original, lanzada como sencillo en 2013.
Los fanáticos cantaron todas las canciones como si fuesen su favorita. Y esa pasión tiene recompensa. Cuando parecía que las cortinas estaban por cerrarse, volvieron por más: ‘Flux’, la número 22 de la noche y el segundo bis, que terminó con un set demoledor que nos hace preguntarnos ¿Cuándo vuelve Bloc Party?
