El viernes 12 de septiembre de 2025 pasará a la historia. Pasadas las 9:15 de la noche, el eterno, carismático y mítico Iggy Pop se presentó en el Movistar Arena. Miles de fanáticos se acercaron para atestiguar este gran acontecimiento y rendir pleitesía al padrino del punk.
¿Qué nos queda por decir de Iggy? Después de tantos años, de venerarlo y tenerlo como una figura legendaria que siempre está ahí, produciendo nueva música y saliendo a tocar dentro de las posibilidades de un hombre de 78 años de edad. La entrega de su parte siempre está ahí. Su movilidad ya no es la misma, pero la que tiene la usa al máximo de su capacidad. Bailando, retorciéndose, bajando a la valla para saludar a su gente.
Fue un show perfecto a pesar de todas las imperfecciones. Porque el sonido por momentos no fue el mejor y no nos importó. Porque la lista de temas estuvo llena de hits, pero con una carrera tan larga con tantos éxitos se nos quedaron afuera un montón de temas que queríamos escuchar, pero eso tampoco nos importó. Porque el campo estuvo dividido en trasero y delantero, y eso siempre se siente como una pequeña injusticia para una porción del público que está dispuesta a bancarse las incomodidades de estar en la parte más espesa de la pista pero no le da el presupuesto para pagar extra por tener ese derecho. Eso tampoco nos importó.
Tocó Iggy Pop y esa frase debería resumirlo todo. Todo el estadio cantó clásicos como ‘The Passenger’, ‘I Wann Be Your Dog’, ‘Lust For Life’ (que le calza bárbaro a este hombre-personificación del vivir siempre al máximo). El nivel de energía fue intenso desde el primer segundo. Ya escuchar ‘Libertango’ de Astor Piazzolla como tema previo al inicio del show nos puso de buen ánimo a todos los presentes, ansiosos por lo que iba a venir.
El show cerró con ‘Loose’ de The Stooges, época de la que más canciones iban a sonar en la noche. Antes pasó ‘Louie Louie’, aquel cover de Richard Berry & the Pharaohs que Iggy se adueñó hace tiempo, con la participación de Gaspar Benegas de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado. Durante esa canción, Iggy cubrió su piel curtida con una camiseta de la selección con el 10 y su nombre en la espalda. Raro verlo con una camiseta puesta. La piel siempre fue su prenda favorita. Si incluso cuando empezó el show, entró con un chaleco cuya única misión fue volar por los aires antes de que el patriarca salude a su tribu.
Acá es donde les pido disculpas. Porque esta crónica no hace más que ir de atrás para adelante, y de adelante para atrás. El principio y el fin están todos mezclados, entrelazados en un nudo de sensaciones que me quedaron y que no puedo terminar de explicar. Tal vez sea que me gustaría que el show no termine, que el fin no sea realmente el fin sino un atajo hasta encontrar el inicio una vez más. Vivir en un estado de show de Iggy Pop constante.
No quiero ponerme un poco triste, pero analizando las visitas de la iguana a la argentina, encuentro que en los 90 vino muy seguido, pero que a partir de los 2000 las visitas fueron cada 10 años aproximadamente. En 2006 tocó con los Stooges, en el 2016 en el Festival BUE en Tecnópolis, y ahora a sus 78 años en el Movistar Arena. Siguiendo con esa tendencia, hay muchas chances de que ésta haya sido la última visita del prócer a nuestro país, porque la próxima década lo va a encontrar con 88 años y no sé cuántos músicos salen de gira a esa altura de sus vidas. Pero estamos hablando de Iggy Pop y yo siempre voy a mantener vivas mis esperanzas.