Si la música es un lienzo y cada canción un cuadro que pintar, la paleta de colores del nuevo disco de Fonso y Las Paritarias es la gran y heterogénea tradición del rock argentino. Destellos de rock and roll clásico, de rock barrial, baladas, guiños progresivos, chispazos de tango, folklore, metal y ritmos bailables rioplatenses componen un disco de catorce canciones que cuenta, además, con la participación de Ramiro Sagasti y el Mono de Kapanga.
En este actualizado compilado de rock nacional se imponen las geografías bonaerenses, espejos de las biografías de sus integrantes. La ruta va por los pantanosos oasis del conurbano oeste hechos de bulevares interminables hasta los resquicios sagrados para escaparse de todo en la costera Ciudad Feliz, pasando por el tan majestuoso como gris Retiro, por la fundación mítica de Buenos Aires, el Parque Lezama, por el famoso bosque de Hudson y la maldita ciudad de La Plata. Son historias de palmeras, malandras, contactos falsos y días de consenso. De un grupo de personas comunes que le huyen al desastre.
El disco es homónimo. Fonso y Las Paritarias es una defensa del formato banda, de la composición en grupo y del canto colectivo. La polifonía es la textura principal del disco. Bajo la conducción de Fonso, Las Paritarias dan un paso al frente. Se compuso en el invierno de 2024 en un encierro bucólico en el conurbano sur. Rodeada de árboles centenarios y reliquias de nuestra patria, entre conversaciones de historia, literatura, música y política, al calor y candor de una salamandra a leña, empezó a cocinarse lenta pero definitivamente una nueva mitología. Porque la tradición no es la excusa para un llanto nostálgico sino un llamado a la acción. El tesoro está adelante, no atrás, y en un presente que no alcanza, Fonso y Las Paritarias apuestan hasta lo que no tienen por algo más: la experiencia humana de hacer y tocar música.