AMOR DE VERANO EN EL KONEX: LOS BESOS, BARBI RECANATI Y LAS LIGAS MENORES

¿Cuántos hits puede tener un show?

La cantidad de gente que esperaba su turno para entrar esa tarde al Konex hubiera sorprendido a cualquiera. No era para menos: tres de las bandas más importantes de la escena local estaban a punto de compartir escenario en un show de más de tres horas, una experiencia que nadie querría perderse.

Los Besos fueron los primeros en subir. Con outfits de color negro y llenos de cadenas se comieron el escenario. Alguien podría argumentar que ese look más hardcore iba en contra del mood que proponen sus canciones, mucho más intimista y divertido. Aunque dudo que haya sido intencional, sí creo que le daba un tono diferente al sonido: como si, en el contraste con el negro de su ropa, la música resaltara aún más. Los clásicos como ‘Helados Verdes’ y ‘Copia Viva’ no faltaron. Pero, como era de esperarse, el público enloqueció con ‘La Cascada de tu Pelo Enredado’. 

Cuando llegó el turno de Barbi Recanati el sol había comenzado a ponerse y más de uno sostenía una birra entre las manos. La energía de la artista sobre el escenario es innegable y la banda acompaña su voz a la perfección (recordemos que Marilina Bertoldi está a cargo del bajo y Lux Raptor de las teclas, por lo que nada nunca podría salir mal). Paula Trama se sumó en ‘Los Días que no Estás’, tema que comparten. ‘Teoría Espacial’ fue sin dudas el punto cúlmine del show, y el pogo no se hizo esperar. 

Como sucede en gran parte de las fechas compartidas, muchos de los asistentes sólo estaban familiarizados con una de las bandas que se presentaban, y aprovecharon la oportunidad para conocer a las demás. La cantidad de gente que había al final del show confirma esta teoría: apenas había lugar para caminar. La noche finalizó con una presentación impecable de Las Ligas Menores. ‘Hice Todo Mal’, ‘A 1200 km’, ‘Accidente’ y prácticamente todo el setlist puso a la gente a bailar y a poguear. Luego de tres horas de pura música, las caras de los asistentes al salir del show evidenciaban una sola cosa: había sido una tarde perfecta.

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