Tras el lanzamiento de Como Antes (2022) Lara91k logró posicionarse como una de las voces más relevantes de la escena local. Con un sonido popero distorsionado, guitarras con un toque rockero punk y una estética dosmilera, la artista llegó a nuestras playlists y a nuestros corazones en cuestión de segundos. Su show en el Teatro Coliseo sería la oportunidad perfecta para reencontrarnos con su música, volver a cantar sus canciones y verla brillar sobre un escenario. La expectativa era enorme: a pesar de que los asientos estaban numerados, una hora antes del show había una fila de más de una cuadra de largo.
Una pista de skate grafiteada, un banco de plaza y un lavamanos de baño de colegio decoraban el escenario. Las canciones de su último álbum no podían faltar: ‘Rihanna’ y ‘Fuckgurl’ fueron las más ovacionadas por el público. Un cuarteto de cuerdas la acompañó en ‘Pinky’, ‘Zoe’ e ‘Isla’, dándole a los temas una vibra completamente diferente a la versión grabada, sin alterar el sonido que caracteriza a la artista. El mensaje, con el sonido de las cuerdas, pareció amplificarse y volverse mucho más emotivo.
El show incluyó dos covers: ‘Sabor a Mí’ y ‘La Barca’, de Luis Miguel. Lara los cantó junto a su hermano, en una especie de escenografía (montada en cuestión de segundos) que emulaba la casa de sus abuelos. Dos actores se sentaron frente a una mesa y, mientras servían el almuerzo, Lara e Ivo cantaron las canciones. Paco Amoroso se sumó en ‘Besandote’ y, si bien la ausencia de Saramalacara se notó en ‘En Mi Cuarto’, eso no impidió que todos los presentes poguearan sin parar.
Fue un show diferente a lo que podría esperarse de una artista urbana, lleno de teatralidad y emoción. El futuro de Lara es prometedor, y no dudo que en los próximos años nos seguirá sorprendiendo con propuestas estéticas disruptivas y buenas canciones.