Una niña nos mira sonriendo desde la tapa de un disco. Tiene una gorra con la visera para atrás y parece estar a punto de decir algo. Los nombres de los temas están grafiteados a su alrededor y el nombre de su autora bien grande en el centro: Lara 91k. Como Antes (2021) se estrenó en febrero, luego de que la artista lo anunciara a través de su cuenta de Instagram. El día de la presentación en vivo de este nuevo material había llegado, y una fila que rodeaba la cuadra de Niceto era fiel reflejo de lo que ella genera en la gente: admiración y ganas de pasarla bien al ritmo de su música.
“Estoy feliz porque están acá y porque flashearon con mi música”
Lo primero que vieron los espectadores que llegaron esa noche al recital fue un escenario lleno de objetos: una pila de televisores, un sillón, un termo con un dibujo de Gaturro, lámparas, una falsa pecera. La escenografía parecía emular el cuarto de una adolescente. El silencio de la espera se vio interrumpido en varias ocasiones por gritos del público llamando a la cantante. Luego de que en uno de los televisores se proyectara el video de promoción del álbum (que resume perfectamente la vibra del mismo), Lara se subió al escenario. Con los primeros acordes de ‘Ego’ la euforia fue total. Se armó un pogo en el medio del recinto que no pararía de saltar durante toda la noche. La sonrisa de la artista al ver la magnitud de la audiencia reflejaba todas sus emociones, y lo mismo sucedía con los miembros de su banda.
En ‘Fuera de Foco’ Lara canta: “dicen que mi flow e’ un poco raro en mi país”, y tiene toda la razón. Si bien ha afirmado que no le gusta pensarse a sí misma como pionera en un estilo, es evidente la frescura que trae a una escena saturada de chabones haciendo cosas que no le llegan ni a los talones. “Qué flash esto, boludo. Hoy pensaba en la gilada de qué mierda voy a decir y tenía anotadas las pelotudeces esas, pero la verdad es que estoy muy emocionada”, confesó Lara. “Estoy feliz porque están acá y porque flashearon con mi música. No me pasó siempre así que gracias”.
El show siguió con ‘Fuckgurl’ y ‘Redrum’. El público lo estaba disfrutando muchísimo. Apenas sonaban las primeras notas de una canción, y los grupos de amigues que estaban en primera fila la reconocían, se miraban entre sí y comenzaban a saltar. “Este tema se lo hice a una chabona re diosa mal”, compartió Lara entre risas. “Ahora va a tener un bebé igual, medio raro eso. Pero es con A$AP Rocky así que la sube un toque”, afirmó al tiempo que sonaban los acordes de ‘Rihanna’, uno de los temas más hypeados del disco. Rodeada de una luz amarilla, Lara parecía sentir en su cuerpo cada verso que cantaba. Su energía se transmitía a la gente, quien nunca dejó de saltar.
En el medio de ‘Par de Modelos’ Lara tuvo que dejar de tocar porque un miembro del público se había desmayado. Luego de ayudarlo y darle agua, la artista preguntó si la audiencia quería que la canción comenzara de nuevo o no. Obviamente todes pedimos que la tocara una vez más desde cero. Su actitud ante esta situación fue espontánea y muy positiva, más aún considerando que nunca le había pasado antes.
Este álbum se siente como el soundtrack de un recuerdo colectivo y una época que todes sentimos propia y muy cercana
Algunos feats, como ‘Besandote’ con Paco Amoroso o ‘Como Antes’ con Santiago Motorizado, contaron con una pista pregrabada acompañando la voz de Lara. Sin embargo, sí hubo varios invitados. dinastía se sumó en ‘cruela’, Mia Folino en ‘Algo de Ti’, Saramalacara en ‘En Mi Cuarto’ y su hermano en ‘Isla’.
En el medio del show Lara se sentó en una esquina del escenario y comenzó a escribir en su diario. Ya había compartido varias entradas del mismo en su cuenta de Instagram, por lo que para quienes la seguimos fue un momento muy lindo. Se sintió como cuando te cruzas a alguien sacando una foto con una cámara analógica: lo ves inmortalizar un momento en un objeto que lo acompañará por mucho tiempo. ¿Compartirá algún día lo que escribió esa noche arriba del escenario? Honestamente espero que sí.
La vibra de Como Antes es de pura nostalgia. Nostalgia por un pasado que no vuelve, un futuro que no llega y un presente que no nos convence demasiado. El mirar atrás y refugiarse en esas amistades de secundaria que llenaban nuestros días y que eran todo nuestro mundo. Hoy ese lugar es uno ficticio, que existe solamente en nuestra cabeza y en nuestro corazón. Pero, en contadas ocasiones, puede materializarse. En fotos, en sonidos, en olores, en personas que creíamos desaparecidas. La propuesta de Lara con este álbum es contundente. Apela a la nostalgia, sin caer en lo cursi o en el pesimismo. Se siente como el soundtrack de un recuerdo colectivo y una época que todes sentimos propia y muy cercana. Definitivamente la artista cumplió su objetivo: devolvernos, por lo menos por una noche, a un momento en el que fuimos felices.