Probablemente este haya sido el peor año de la mayoría de la gente, pero no es el caso de Pupi Castro. Gracias a su éxito en TikTok por estar aburrido en casa, el versátil artista se encuentra cumpliendo su sueño: hacer música. Sacó hace un mes su primer single ‘Blanco’, que él mismo define como una «cumbia palermitana». Pero no le interesa estar en el foco si no tiene algo bueno para aportar, una de las tantas cosas que aprendió estos meses de encierro. Entre otras de sus lecciones, supo hacer de las cenizas de su pasado diamantes gracias a la escritura. Discutiendo desde el concepto de entropía hasta la filosofía de Ortega y Gasset, Pupi charló con SPE y nos comentó sobre sus comienzos artísticos haciendo stand up y el streaming que presentará el 15 de diciembre.

¿Estás entusiasmado con el despegue de tu carrera musical?

Pupi Castro: Muy, porque ahora es más profesional. Yo ya tenía otros temas más amateurs en Spotify, pero ‘Blanco’ fue el primero en el que hubo mucha dedicación. Lo produjo El Deivid de la Pipol y participaron también Cactus! junto a un equipo de grosos que me ayudaron con el diseño de la portada.

¿Cómo te contactaste con Deivid siendo él de Córdoba y vos de Buenos Aires?

PC: Deivid vio hace dos años las canciones que te comenté y me propuso trabajar juntos; ahí dije “se viene algo importante”. Pegamos re linda amistad pero no fue hasta la cuarentena que nos pusimos a laburar en serio. Trabajo de diseñador nueve horas por día, y soy una persona que tiene mucho para expresar, por eso cuando hablé con Deivid me cuestioné varias cosas: qué quiero hacer de mi vida, cómo puedo transmitir todo lo que tengo para ofrecer, etc. 

¿Así te encontraste con TikTok?

PC: Sí. En los vivos me di cuenta de que, más allá de mi humor (hice stand up muchos años), a las personas les interesaba mi historia y las conclusiones que saqué de ella. Ahí le dije a Deivid que no podía esperar más para hacer música. 

 

“No sirve exhibirte si no tenés nada para aportar”

 

¿Y cuál es tu historia?

PC: Me puse de novio a los 19 y estuvimos siete años, entonces nos costó bastante desprendernos del otro. A esa edad siete años es mucho: crecimos y aprendimos juntos, y el día que me separé me di cuenta de que estaba solo, si bien tenía a mi familia y a todos mis amigos. Ni bien me fui de la casa de mis padres me mudé con mi pareja, por eso estaba muy acostumbrado a estar acomodado; si me faltaba algo lo pedía y se solucionaba, si me enfermaba estaba acompañado. Cuando corté me encontré cantando frente al espejo con un desodorante, y por un lado pensé “Pupi, tenés 27, es raro lo que hacés”, pero por otro entendí que es algo que sale de adentro mío porque viene desde que soy chico. Me rescaté de que durante todo ese tiempo de novio había hecho cosas que no me hacían feliz, como lo hace mi carrera. Me dije a mí mismo “si este es tu sueño vamos a convertirlo en realidad porque te vas a volver loco”. Después de tantos años reprimiendo ese deseo decidí hacerle caso a mi niño interior y aquí estoy. 

¿Cómo desarrollás esa historia en la letra ‘Blanco’?

PC: Dándome cuenta de que en realidad no estaba tan solo como creía. Tenía amigues que venían a casa y me abrían las ventanas, me hacían lavar los platos y me sacaban a la calle. Pero es más que nada para mí, porque el tema dice “Qué lindo es estar con vos”. Se trata de aprender a ser nuestros mejores amigos, porque cuando estás solo no tenés a nadie más que a vos mismo. Además cuando estás en blanco es porque tenés la oportunidad de pintar el lienzo con distintos colores, y esos colores fueron mis experiencias, mis obstáculos y todas las personas con las que me crucé. Como decía Ortega y Gasset: “Yo soy yo y mi circunstancia”. Uno es quien es por sus vivencias y por las personas que lo rodean, y creo que hay que aprender a querer esos colores que nos hacen únicos.

¿Por qué llamás a ‘Blanco’«cumbia palermitana»? ¿Qué la distingue de otras cumbias?

PC: Empezamos con el beat de cumbia y Deivid me dice que le suena a cuarteto. Le comenté que quería cambiarlo por algo más parecido a los artistas que me gustan a mí y me dice “ah, sos un cheto. Esto es una cumbia de palta con limonada de jengibre”. 

Escribís de todo: guiones, canciones, relatos y hasta videos. ¿Cómo funciona el proceso de la escritura para vos?

PC: En mi tristeza post-ruptura noté que escribir me hace muy bien y que está bueno que la gente lea lo que uno crea porque puede servir para reflexionar o sentirse identificado. Quiero llegar a la gente a través de mi escritura, pero sobre todo a través de la música. Cuando hacía stand up sí era para mostrarme y que la gente me viera, pero maduré y entendí que no te sirve de nada exhibirte si no tenés nada para aportar. 

 

“La gente no está pensando”

 

¿Tenés alguna filosofía de vida?

PC: Yo creo que todo en la vida es un balance. Voy a la psicóloga y por momentos nuestras conversaciones son sobre que soy muy humilde y no me animo a creérmela. Entonces me doy cuenta de que a veces hay cosas buenas que te juegan en contra, como cosas malas que podés usar para tu favor. Vivimos en un mundo caótico y, justamente por su característica caótica, no podemos hacer nada para impedirlo, entonces lo mejor es dejar que todo fluya. Siento también que mucha gente se la pasa boludeando viendo todo el día programas de chimentos, y no se dedican tiempo para pensar porque se guían por lo que ven en los medios. No está mal distraerte un rato al día, pero si es lo único que hacés terminás siendo una ameba. 

¿Tenés pensado algún show próximamente?

PC: El 15 de diciembre voy a estar haciendo mi primer streaming contando mi historia de hace siete años atrás cuando me quedé solo. Recuerdo exactamente la fecha: el seis de enero [risas]. Vamos a narrarla con música, stand up y monólogos para tocar distintas fibras. Va a ser el «Universo Pupi», donde habrán cosas lindas y también tristes como en todo universo.