Fotos: Flor Berdi
El regreso de una banda histórica para la escena indie, después de un receso de varios años, siempre es motivo para celebrar. Sin embargo, tal regreso no tendrá el mismo nivel de magnitud para todos los presentes. Yo no había visto a Tobogán Andaluz hasta esta noche en Groove. El boom que fue Viaje de Luz (2012) para la escena porteña no llegó con la misma fuerza al interior del país, como suele pasar con muchos discos y, sin ánimos de debatir o no la federalización, en 2012 yo tenía trece años y vivía en una provincia del norte. La historia de esta vuelta, de haber conocido a la banda en esos primeros años, seguramente hubiese sido otra.
Pero las cosas se dieron de esta manera, y me gusta pensar que esta experiencia —comenzar por el regreso triunfal de los protagonistas, como si se tratara de una película— me permitió adaptar el enfoque y entender otras cosas. Ser testigo silencioso de algo que se estaba gestando y que, al menos al principio, no lograba entender del todo.
La noche comenzó con ‘Siempre Sueño las Mismas Cosas’. “Voy a hacer otra canción cantando que ya estoy mejor”, reza Facu Tobogán en el coro. Una reafirmación constante que, en la propia enunciación, se cumple: efectivamente al cantarla está haciendo una canción para sentirse mejor.
Las canciones de sus primeros discos se resignifican y adoptan nuevas interpretaciones
Muchas de las canciones de Tobogán impulsan la creación de un clímax sonoro, combinado con muy poca lírica. Este mix llena de significado las palabras que sí están, justamente porque son muy pocas: “¿Que podría cantarte que no hayas escuchado?”, cantan en ‘Coney Island’, tema que combinaron con un mini cover de ‘No Voy en Tren’ de Charly García. La canción es relativamente corta, pero no hace falta decir mucho más. Todo está sobre la mesa, no pretende ser más de lo que es. Y eso es lo que la hace poderosa.
El público, sin lugar a dudas, fue uno de los mejores. El receso de la banda parece haberlos recargado de energía: no pararon de saltar en casi ningún momento y cantaban tan fuerte que el piso temblaba.
“¿Dónde está tu juventud? ¿Quién dejó la puerta abierta?”, cantan en ‘Juventud’. Volvieron más grandes, y su público también. El setlist recorrió toda su discografía, y no es difícil entender que las canciones de sus primeros discos (que se lanzaron hace más de diez años), pueden resignificarse y adoptar nuevas interpretaciones. El público se renueva, no solo porque aparecen nuevas personas, sino porque las que ya estaban ya no son las mismas. Y ellos tampoco.