Además de ser un multifacético artista, Tim Burgess es también líder de la banda alternativa The Charlatans (que cuenta con más de 30 años de trayectoria), DJ, escritor y fundador de una discográfica independiente. Hace unos días, charló con SPE sobre cómo está viviendo este tiempo de aislamiento y, en esta oportunidad, nos adelantó que está esperando con ansias el lanzamiento de su nuevo disco, I Love the New Sky, programado para el 22 de mayo.

A modo de adelanto, ¿qué canción querés que tus fans escuchen lo antes posible? 

Tim Burgess: Soy fan de ‘Lucky Creatures’ y de ‘Sweet Old Sorry Me’. Creo que son canciones realmente buenas que se mantienen por sí mismas. Considero que hay un sentimiento general que se conserva durante la totalidad del disco. Algo que descubrí, con la cuarentena y las listening parties en Twitter, es que la gente lleva varios años sin escuchar un álbum de corrido, lo cual sucede porque, en general, las personas no tienen tiempo. Sin embargo, ahora eso es todo lo que tenemos. Esto me hizo pensar que, dadas las circunstancias, todos van a disfrutar mucho más de la experiencia de escuchar un disco completo. El mundo va a cambiar después de esto: la gente va a querer seguir un poco más despacio, relajarse y disfrutar de buena música.

Estuve escuchando el álbum y encuentro que hay sonidos alegres que contrastan con las letras. ¿Cuál fue tu principal fuente de inspiración a la hora de componer?

TB: Siento que en todas las letras hay declaraciones muy positivas, con la idea de que el futuro puede ser de lo más amigable. Títulos como ‘I Love The New Sky’ o ‘Lucky Creatures’ muestran los vestigios optimistas que atraviesan el LP. Escribí el álbum durante la época del Brexit, que marcó un movimiento nuevo porque significó la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Eso, para mis amigos y para mí, fue un golpe terrible; estoy seguro que terminará siendo una pésima idea. Durante ese período, simplemente necesitaba crear algo para hacerme feliz, y la única manera en la que puedo lograr eso es haciendo música.

En definitiva, canciones felices con sonidos alegres.

TB: Esa es exactamente la idea. De esa forma, podía ignorar el resto del mundo exterior y vivir en el mío, sin importar lo que sucediera afuera. Es similar a lo que está pasando en la actualidad e intuyo que el disco va a generar un efecto de felicidad ante esto.

Después de atravesar toda esta situación, ¿cuáles son tus planes para los próximos meses?

TB: Antes de que esto sucediera, logré reunir una banda muy buena, con la que toqué en tres shows en Nueva York. Estoy realmente muy ansioso por que la gente conozca esta formación. Después de esos recitales, por motivos de público conocimiento, la gira se canceló y volvimos a casa. Desde ese entonces, no tocamos juntos y es probable que esto se mantenga así hasta el verano. Básicamente, esa es mi meta: tocar en vivo junto a la banda, con sus complejidades y simplicidades. Me parece que todo cobra sentido cuando la gente tiene la oportunidad de escuchar las canciones en un show en vivo.