Son pocos los grupos que logran producir una sensación de escalofrío en el público, menos aún quienes mantienen esa sensación desde que empieza el show hasta que termina. The End, la primera banda tributo a Pink Floyd del mundo, junto a Durga McBroom, vocalista original del grupo inglés, lo lograron con creces en su presentación en el teatro Gran Rex.
The Pink Floyd Connection, nombre de la gira en la que se reúne a The End con Mcbroom, también reúne a un público de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores, compartiendo la fascinación por lo que en el escenario estaba pasando. Hubo ovaciones, aplausos y alguna que otra lágrima derramada luego de escuchar temas como ‘Wish You Were Here’, ‘The Great Gig In The Sky’ o ‘Mother’, entre otras. Esas canciones son de otra década, de otro siglo, pero aún así sus letras y sonidos nos continúan interpelando como sociedad y nos emocionan hasta las lágrimas, como si fuera la primera vez que nos topamos con ellas.
The End lleva más de 30 años interpretando la obra de la banda de los muchachos ingleses, quienes lograron introducir la rebeldía y la filosofía en el rock de un modo impensado. Por su parte, la cantante y actriz estadounidense, Durga Mcbroom, es una de las últimas coristas del último tramo de Pink Floyd. Todo lo que sucedió arriba del escenario, la exquisitez con la que cada músico se desplegó, cada acorde tocado, cada nota cantada por las coristas, simplemente todo conduce a que sin lugar a dudas, sea un lujo poder presenciar artistas de semejante nivel.
